Los resultados muestran que ambos fármacos son efectivos para ayudar a perder peso, aunque los autores subrayan que no están exentos de efectos adversos que pueden ser importantes.
Con la proteína CNTF, el 26% de los obesos tratados perdieron al menos un 5% de peso frente a sólo un 9% de los que recibieron placebo. Entre los efectos secundarios registrados, los autores citan náuseas, vértigo y dolor articular. Algunos pacientes abandonaron el tratamiento por estas causas
Con la zonisamida, el 57% de los pacientes tratados perdió más de un 5% de su peso corporal frente al 10% del grupo placebo. El fármaco había sido estudiado previamente como tratamiento de la epilepsia. Los efectos adversos registrados incluyen somnolencia, deterioro cognitivo y fiebre.