El trastorno dismórfico corporal consiste en la preocupación permanente y excesiva acarca de un defecto leve o inexistente en la apariencia corporal, que produce distrés o discapacidad en el funcionamiento, clínicamente significativa. Tal la caracterización del trastorno según el DSM-IV. Lo más habitual es que las preocupaciones tengan como blanco al rostro, especialmente la piel, el cabello o la nariz, pero cualquier parte del cuerpo puede llegar a conciliar las preocupaciones del individuo afectado. Suele haber poca conciencia de enfermedad, y muchos pacientes también son delirantes.
La mayoría de las personas afectadas suelen realizar actos asociados al trastorno, como mirarse al espejo o compararse con otros. Su preocupación por la apariencia les insume mucho tiempo y suele mermar el rendimiento. Se trata de situaciones de alto estrés y que llevan a empobrecer la calidad de vida.
Desafíos para el diagnóstico
El trastorno dismórfico corporal (TDC) suele ser subdiagnosticado o mal diagnosticado, aunque el mundo lo conozca desde hace más de una centuria (Morselli, 1891). Uno de los motivos es que fue omitido en pasadas ediciones del DSM, y que los pacientes suelen buscar tratamientos no psiquiátricos, por ejemplo la cirugía. Además es frecuente que los afectados oculten sus preocupaciones ante médicos clínicos y allegados, por vergüenza y pudor.
Menciona Phillips que en todos los estudios efectuados para investigar la prevalencia del trastorno en poblaciones que acudierton a la consulta clínica, el médico omitió su diagnóstico.
Preguntas sugeridas para diagnosticar trastorno dismórfico corporal:
1. Está preocupado de algún modo por su apariencia? En caso afirmativo: Cuál es su preocupación?
2. Esta inquietud, lo preocupa? Piensa mucho en ello y quisiera que lo preocupase menos? Si pudiese agregarle a cada día el tiempo que usa en pensar en su apariencia, cuánto tiempo piensa que podría llegar a ser?
3. Qué efecto ha tenido en su vida esta preocupación acerca de su apariencia? Cómo ha interferido con su trabajo (o estudios) su vida social o de relación, otras actividades, u otros aspectos de su vida?
4. Las preocupaciones acerca de su apariencia, le han producido mucho distrés?
5. Las preocupaciones acerca de su apariencia, han afectado a sus parientes o amigos?
Puede diagnosticarse TDC si la persona dice estar preocupada con algunos aspectos de o toda su pariencia. Es significativo si lo que piensa acerca de su apariencia le roba al menos una hora diaria, aunque no forme parte de la estricta definición. Debe estar presente cierto distrés o discapacidad clínicamente significativa.
Otras claves para el diagnótico incluyen el mirarse mucho al espejo o evitarlo, compararse con otros, buscar reaseguros en relación al defecto percibido, acicalamiento excesivo (p. ej. cepillarse el cabello mucho tiempo o muchas veces al día), sacar impurezas de la piel, disimular el defecto. Otras claves incluyen el cambio frecuente de vestimenta, tomarse con frecuencia las medidas corporales, buscar tratamiento dermatológico o quirúrgico innecesario, ejercicios en exceso o intentos innecesarios de bajar de peso, y el uso de anabólicos esteroides. La mayoría de los pacientes tienen ideas o delirios de referencia, ansiedad social, y algunos prefieren no salir de su hogar.
Tomado de:
Katharine A. Phillips, MD. Body dysmorphic disorder: Diagnostic controversies and treatment challenges. Bulletin of the Menninger Clinic 2000, 64(1): 18-33.