Un equipo, dirigido por la Dra. Elin Begley en un examen de jóvenes para la detección de ETS, descubrió que las adolescentes que tenían relaciones sexuales con parejas mayores fueron casi el cuádruple de propensas a padecer clamidiasis. Estas tendencias persistieron independientemente del nivel educativo de las jóvenes y de su conocimiento sobre la prevención del VIH, del sida y otras ETS.
Los resultados se obtuvieron por medio de sondeos y exámenes de detección de 170 jóvenes estadounidenses de raza negra embarazadas de 14 a 20 años que asistieron a una clínica prenatal. Todas las jóvenes del estudio, al estar embarazadas, se exponían, de no tratar su clamidiasis, a esterilidad y a poner en riesgo la salud del feto, con ceguera o conjuntivitis, según manifestó la Dra. Begley. Cabe suponer, añadió, que si no se hubiera examinado a estas jóvenes para la detección de ETS, estos trastornos de salud se podrían haber manifestado.
Según la investigadora, podría haber muchas razones por las que las adolescentes que salían con un hombre mayor pudieran correr más riesgos en relación con la salud sexual que las que tenían compañeros más jóvenes. Las pareja mayores podrían estar más interesados en el embarazo y estar, por tanto menos dispuestos a usar el condón que los más jóvenes. Sin embargo, el hallazgo de que los compañeros de más edad tenían relaciones fuera de la pareja dibuja un panorama más complejo, añadió la Dra. Begley La investigadora sugirió que sería conveniente que los médicos que trabajan con las mujeres jóvenes las eduquen sobre la protección contra las ETS. Deberían considerar tal vez preguntarles sobre la edad de sus compañeros y pensar que sus respuestas podrían tener implicaciones sobre el riesgo de enfermedades.
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