Rehabilitacion

Recursos de la Medicina Física y Rehabilitación para el Tratamiento del Dolor

Diversos estudios han demostrado el beneficio de los medios físicos como adyuvantes para el control del dolor.

Autor/a: Dr. Dámaso J. Suazo Andrade

Indice
1. Desarrollo
2. Hidroterapia
3. Crioterapia y electroterapia
4. Conclusión
5. Bibliografía

El dolor es el síntoma más devastador para el hombre y, junto con la incapacidad que produce en algún momento de su evolución, obliga a un gran porcentaje de personas a buscar atención médica.1 El dolor crónico rebelde a tratamiento puede dar lugar a farmacodependencias, intervenciones quirúrgicas o procedimientos invasivos erróneos o de poco valor y costosas incapacidades. Los médicos, en el ejercicio de la  profesión de su especialidad, describen al dolor y la irritación que éste produce sobre la base de la lesión  o inflamación de los tejidos; así, para el neurocirujano el dolor es de origen neurológico, para el psiquiatra de origen emocional y para el organicista, de origen orgánico como una señal para evitar la lesión o la muerte.1

Independientemente de la base neurofisiológica, funcional, conductual o psiquiátrica del dolor, el papel del médico es ayudar a aliviarlo y para ello cuenta con procedimientos como el farmacológico, quirúrgico y paliativo, sin olvidar a la rehabilitación, que incluye una amplia gama de agentes físicos para el control del dolor.2

La rehabilitación se puede definir como la rama de la medicina que se encarga del tratamiento y adiestramiento de las personas que han sufrido una lesión que puede ser congénita o adquirida y que limita la realización de las actividades de la vida diaria, para llevarlo a una integración física, social y económica dentro de la sociedad.3 La rehabilitación cuenta con dos grandes ramas de tratamiento que son:

Terapia Física o Fisioterapia. Utiliza los agentes físicos y mecánicos como el calor, la luz, el frío, la electricidad y la mecanoterapia para el control del dolor.

Terapia Ocupacional. Es una serie de ejercicios específicos y voluntarios que producen un movimiento coordinado y que representa, al mismo tiempo, un ejercicio terapéutico que contribuye a la recuperación funcional del enfermo.3

La prescripción de cualquiera de estas modalidades de tratamiento requiere de un adecuado diagnóstico y un profundo conocimiento de los efectos físicos y biológicos de los agentes físicos; para su prescripción debe indicarse el agente específico, intensidad, duración y frecuencia de tratamiento.4

Los objetivos de la rehabilitación que deben tenerse presentes en el paciente con dolor son:

1. Aliviar el dolor
2. Conservar la movilidad articular
3. Conservar la fuerza muscular
4. Prevenir deformidades
5. Lograr la máxima independencia en la actividad cotidiana

A continuación describiremos brevemente cuáles son los efectos de los agentes físicos en la resolución del dolor, haciendo énfasis en sus usos  clínicos, bases físicas y eficacia.4

CALOR

Existen diferentes técnicas para la aplicación de calor; la elección depende del efecto que se busque, el área y la profundidad que se desea tratar. Se divide en:

1. Calor superficial: Se aplica a través de compresas húmedo calientes, hidroterapia, baños de contraste y baños de parafina. 

2. Calor profundo: Ultrasonido, diatermia y láser.

Efectos Fisiológicos

1. Aumento del umbral del dolor en la fibra nerviosa
2. Disminución del espasmo muscular y relajación
3. Reducción de la rigidez articular
4. Incremento de las propiedades vésico-elásticas de las colágena
5. Incremento del flujo sanguíneo local
6. Mejora la nutrición de lo tejidos
7. Disminuye la inflamación.

Contraindicaciones

1. Cáncer en el área que va a ser tratada
2. Isquemia
3. Diátesis hemorrágica
4. Alteraciones de la sensibilidad
5. Alteraciones del nivel de conciencia
6. Desórdenes de la piel que pueden agravarse con el calor
7. Implantes metálicos
8. Aplicación directa sobre las gónadas

El calor superficial produce un aumento de la temperatura local muy  superficial y sólo penetra unos cuantos milímetros a través de la piel; su efecto sobre las articulaciones es pobre.3, 5