Mujeres con alto riesgo de parto prematuro

Utilidad de la ecografía en predicción del parto prematuro.

El parto prematuro es la causa más importante de morbimortalidad neonatal.

Autor/a: Dres. Owen J, Yost N, Berghella V, Thom E, Swain M

Fuente: JAMA 2001 Sep 19;286(11):1340-8

Indice
1. Desarrollo
2. Análisis de la imagen
3. Evaluación ecográfica inicial
4. Comentario
5. Bibliografía

El parto prematuro es la causa más importante de morbimortalidad neonatal y complica al 11% de los embarazos en Estados Unidos. El 80% de estos nacimientos se producen por un parto prematuro o la ruptura prematura de membranas. Desde el desarrollo de las unidades de cuidados intensivos neonatales, la mayoría de las muertes neonatales asociadas con prematurez ocurren en neonatos de menos de 32 semanas de gestación, pero existe una gran morbilidad que incluye la sepsis, el distrés respiratorio y la enterocolitis necrotizante que no disminuye hasta las 35 semanas de gestación, luego de la cual los resultados neonatales son generalmente buenos. Hasta la fecha, el antecedente de un parto prematuro es el mejor predictor de prematurez y el riesgo de recurrencia es inversamente proporcional a la edad gestacional del parto anterior.

La ecografía transvaginal es un método confiable para observar el cuello uterino y el segmento durante el embarazo. Es ampliamente conocido que el acortamiento del cuello se asocia con el parto prematuro pero no se sabe desde que momento esto se hace evidente en el embarazo o si los hallazgos ecográficos adversos se desarrollan con el tiempo.

Además, los datos que relacionan la longitud cervical con el parto prematuro son de embarazos mayores a 20 semanas y en poblaciones no seleccionadas de bajo riesgo sin un grupo control para comparar.

Nuestro objetivo fue determinar si las características del cuello vistas con ecografía transvaginal desde la semana 16 hasta 18 semanas y 6 días o hasta las 23 semanas podrían predecir un parto prematuro en mujeres con el antecedente de un parto prematuro antes de las 32 semanas de gestación.

Desde el punto de vista de la eficacia y otras consideraciones biológicas, algunas intervenciones (cerclaje) serían más efectivas si se realizan antes de las 24 semanas. Nuestra hipótesis es que la ecografía transvaginal podría identificar a las mujeres cuya anatomía cervical las haría candidatas para intervenciones futuras en el segundo trimestre para la prevención del parto prematuro.

Métodos:

Este trabajo se realizó en 9 centros afiliados a la universidad, todos miembros del National Institute of Child Health and Development, Maternal-Fetal Medicine Units Network, entre marzo de 1997 y noviembre de 1999. Se incluyeron a las mujeres con embarazos únicos con el antecedente de al menos 1 parto prematuro espontáneo antes de las 32 semanas o un recién nacido de menos de 1500 gramos.

Se excluyeron a las mujeres con medicación crónica o problemas obstétricos que lleven a una indicación de interrupción del embarazo como una hipertensión o una isoinmunización, el antecedente de abuso de drogas o anomalías uterinas y de colocación de cerclaje por una incompetencia ístmico-cervical. La primera ecografía se realizó entre las 16 semanas y las 18 semanas y 6 días.

La edad gestacional se determinó comparando la fecha de última menstruación con la evaluación ecográfica antes de las 18 semanas. La coincidencia entre los parámetros biométricos y la fecha de última menstruación de 7 días o menos confirmó la fecha de última menstruación; en caso contrario, se utilizaron los datos biométricos. Luego de una evaluación ecográfica inicial, se realizaron ecografías cada dos semanas hasta no más de las 23 semanas y 6 días con un máximo de 4 ecografías por paciente.

Técnica:

Una imagen adecuada para la medición de la longitud cervical se definió como la visualización del orificio interno, el orificio externo y el canal endocervical. Se midió la distancia entre el orificio cervical externos y el interno como un canal endocervical (figura 1). Si el canal endocervical estaba curvo, la longitud cervical se estableció sumando la distancia de 2 segmentos lineares contiguos conectando ambos orificios. (Figura 2).

Figura 1. Vista sagital de la anatomía del cuello por ecografía transvaginal

Artículo comentado por la Dra. Marisa Géller, editora responsable de IntraMed en la especialidad de Tocoginecología.