En su informe anual señala que millones de personas, entre ellas 6 millones de niños menores de 5 años, mueren cada año por esta causa.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en su informe anual "El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo 2002" denuncia el estancamiento de los avances de cara a la reducción del hambre en el mundo, subrayando que millones de personas, entre ellas 6 millones de niños menores de 5 años, mueren cada año por esta causa.
El informe, que se publica con motivo del Día Mundial de la Alimentación, este 15 de octubre, señala que entre 1998 y 2000 la cifra de personas con problemas de nutrición rondaba los 840 millones, de los cuales 799 millones se encontraban en los países en vías de desarrollo, y sólo 11 millones en los países industrializados. En este periodo, la cifra de personas hambrientas y desnutridas ha disminuido escasamente en 2,5 millones cada año y, de acuerdo con la FAO, en muchas regiones esta cifra podría incluso estar en aumento.
Por ello, advierte, si esta tendencia no se invierte radicalmente, el mundo estará muy lejos de alcanzar el objetivo de la Cumbre Mundial de la Alimentación de 1996 de reducir a la mitad, para el año 2015, el número de personas hambrientas en el mundo.
"El precio que pagamos por esta falta de progresos es muy grande", afirma el director general de la FAO, Jacques Diouf, en el prólogo del informe, destacando que los efectos del hambre los sufren no sólo los afectados sino también "las comunidades donde viven y sus países".
Asimismo, subraya que para poder cumplir con los objetivos de la Cumbre Mundial de la Alimentación "es necesario que el número de personas hambrientas disminuya 24 millones cada año, de aquí a 2015".
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Comunicado de la FAO