Realizaron el seguimiento de 240 pacientes con desfibriladores implantables a lo largo de 3 años, con objeto de investigar los desencadenantes emocionales y físicos de la arritmia ventricular. Los pacientes escribieron diarios acerca de su estado de ánimo, sus actividades y la práctica de ejercicio físico.
Los resultados muestran que enfadarse y aumentar el grado de actividad física incrementan el riesgo de arritmia. Otros estados de ánimo, como la ansiedad, la tristeza o la felicidad, no parecen afectar a dicho riesgo.
Webs Relacionadas
Drexel and Hahnemann Universities
http://www.mcphu.edu/
Circulation
http://circ.ahajournals.org/