Investigadores del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas (NIAID) de Estados Unidos publican que el gen en cuestión recibe el nombre de PLD y codifica una enzima que permitía a la bacteria habitar en los intestinos de las pulgas. Cuando estos insectos picaban a otros animales, la bacteria se transmitía a estos, entre ellos ratas y seres humanos.
Una vez dentro de sus víctimas, Yersinia pestis causaba fiebre súbita, debilidad e inflamación glandular dolorosa. Algunos enfermos desarrollaban ulceraciones cutáneas y gangrena.
El gen PLD era necesario para que la bacteria pudiera usar como vector de transmisión a las pulgas, y su mutación fue la causa de la emergencia de un terrible agente patógeno.
Webs Relacionadas
Science
http://www.sciencemag.org/
Comunicado del NIAID
http://www.niaid.nih.gov/default.htm