Estudio de resultados a largo plazo

Progresión de la osificación del ligamento longitudinal posterior luego de una laminoplastía cervical en bloque

Un grupo de investigadores ha realizado un estudio para determinar la relación existente entre la progresión de la osificación del ligamento longitudinal posterior y los resultados clínicos luego de una laminoplastía cervical en bloque.

Autor/a: Dres. Yoshiharu Kawaguchi, Masahiko Kanamori y col.

Fuente: JBJS 2001; 83: 1798-1802

Antecedentes:

La osificación del ligamento longitudinal posterior frecuentemente provoca una mielopatía compresiva. La osificación es una enfermedad progresiva y se ha reportado que el área de osificación aumenta luego de una cirugía descompresiva. Sin embargo, aún es incierto de qué manera la progresión de la osificación afecta el resultado a largo plazo luego de una laminoplastía cervical.

Este estudio fue realizado para determinar la relación existente entre la progresión de la osificación del ligamento longitudinal posterior y los resultados clínicos luego de una laminoplastía cervical en bloque.

Métodos:

Participaron de este estudio un total de 45 pacientes sometidos a una lamonioplastía con un período de seguimiento mayor a 10 años. Las radiografías y tomografías de la columna vertebral de cada paciente fueron tomadas antes y después de la operación y en el momento del último período de seguimiento. Se evaluó la extensión de la osificación en los ejes longitudinales y sagitales. La función neurológica fue clasificada a través del uso de un sistema de puntuación desarrollado por la Asociación Ortopédica Japonesa. Se analizó la relación entre la progresión de la osificación y el índice de recuperación basado en la puntuación descripta.

Resultados:

Un total de 33 (73%) pacientes presentaron progresión de la osificación del ligamento longitudinal posterior luego de la laminoplastía. La progresión fue frecuente en pacientes con osificación tipo mixta y en aquellos con tipo continua, mientras que fue rara en pacientes con tipo segmentario. Los pacientes con progresión de la osificación fueron significativamente más jóvenes que aquellos sin progresión (p = 0.018). La puntuación de la Asociación Ortopédica Japonesa mejoró rápidamente en el plazo de un año y continuó mejorando luego de 5 años de la cirugía; el puntaje tendió a decaer poco después. Para 13 pacientes, el puntaje empeoró al momento del último período de seguimiento. Se observó deterioro neurológico en 3 pacientes, luego de un aumento en el espesor de la osificación.

Conclusiones:

La progresión de la osificación del ligamento longitudinal posterior fue observado con frecuencia durante el período de seguimiento a largo plazo luego de la laminoplastía. Los pacientes jóvenes con osificación de tipo mixta y continua presentaron el mayor riesgo de progresión. Deben considerarse medidas preventivas, como el uso de una  amplia abertura laminar durante la laminoplastía, en aquellos pacientes que se encuentran en riesgo de padecer progresión de la osificación.