Publican el avance en "Proceedings of the National Academy of Sciences", donde explican que el conocimiento del genoma de este microorganismo puede servir para desarrollar nuevas estrategias para el tratamiento de la infección. Asimismo, se podrá conocer mejor cómo las formas virulentas de C. perfringens actúan en el organismo.
Por el momento, se sabe ya que la bacteria necesita degradar rápidamente el tejido de la persona infectada para utilizar sus nutrientes y sobrevivir.
Si bien buena parte de sus cepas no son virulentas, algunas formas de la bacteria provocan infecciones intestinales, así como gangrena gaseosa, enfermedad potencialmente mortal que se deriva de la infección de heridas que conducen a la restricción de fluidos al tejido y a su muerte. La gangrena gasesosa fue la principal causa de muerte entre los soldados de la Primera Guerra Mundial.
La infección por C. perfringens también puede tener lugar tras una intervención quirúrgica y es además una causa frecuente de intoxicación alimentaria.
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Proceedings of the National Academy of Sciences
http://www.pnas.org/