Las 120 obras gráficas presentan las obras de Ernst Ludwig Kirchner, Erich Heckel, Max Pechstein, Karl Schmidt-Rottluff, Emil Nolde y Otto Mueller, un grupo de estudiantes de arquitectura que, hacia 1905, se reunió en Dresden, Alemania, en torno a una idea: "Fortalecer el arte con libertad, autenticidad y expresión".
Revolucionarios y transgresores, los jóvenes se autobautizaron "Brücke" ("puente"), inspirados en un libro de Friederick Nieszche que describía a la construcción de un puente como un acercamiento a un ideal más alto. Resueltos a integrar el arte con la vida, quienes finalmente fueron los fundadores del expresionismo alemán perseguían un nuevo orden social, en reacción a las estrictas condiciones de vida impuestas por la burguesía alemana durante el régimen del Káiser Wilhelm II. Juntos, Kirchner (1880-1938), Mueller (1874-1930), Heckel (1883-1970), Pechstein (1881-1955), Schmidt-Rottluff (1884-1976) y Nolde (1867-1956) organizaron exposiciones y publicitaron sus trabajos imprimiendo portfolios anuales con copias seleccionadas de sus obras. Y así, casi sin quererlo, dieron forma al expresionismo alemán, un movimiento que dominó el panorama artístico local durante el primer tercio del Siglo XX, opuesto a la sabiduría, las preferencias establecidas y las interpretaciones impresionistas, para ellos "superficiales y externas", ya que su fin era "revelar la esencia, el espíritu y la fuerza emocional de la existencia humana".
No es casual que el MOMA haya elegido estas aguafuertes, grabados sobre madera y litografías expresionistas para inaugurar su primera muestra exclusiva para Internet: "Las formas exageradas, los colores fuertes y contrastados y la perspectiva plana, característicos de este movimiento artístico, se adaptan especialmente bien a la reproducción digital", informó la curaduría de la exposición a Clarín.