A pesar del uso frecuente de amiodarona, muchas preguntas acerca de su efecto sobre el umbral de desfibrilación (UDF) aún permanecen sin respuesta. Algunas investigaciones informaron que la amiodarona aumenta el UDF cuando se utilizan shocks monofásicos. Los cardioversores-desfibriladores implantables (CDI) actualmente utilizan ondas bifásicas, dado que son m s efectivas para finalizar episodios de fibrilación ventricular. Los autores examinaron los efectos inmediatos de la administración de dosis de carga orales de amiodarona sobre el UDF bifásico en pacientes internados.
Pacientes y métodos:
Se compararon los UDF en 18 pacientes en el momento de la implantación de CDI y después de recibir una dosis oral de carga de amiodarona indicada por razones clínicas. La indicación inicial para la implantación de CDI fue taquicardia ventricular en 17 pacientes y paro cardíaco reanimado en 1. Diez sujetos presentaban enfermedad arterial coronaria subyacente y 8 padecían miocardiopatía dilatada. En todos se determinó el UDF en el momento del implante del dispositivo utilizando un protocolo secuencial que analizaba el cambio en la energía suministrada desde una dosis inicial de 15 J, con incrementos o disminuciones de 5 J. Se indujo fibrilación ventricular mediante un shock de onda T. La menor energía necesaria para la cardioversión fue considerada el UDF.
Resultados:
En 12 pacientes se indicó amiodarona por taquicardia ventricular recurrente y en 6 por fibrilación auricular. La dosis de carga fue suministrada en el hospital a razón de 8 a 12 g durante 6 a 10 días, seguida de dosis de mantenimiento.
El tiempo transcurrido entre la determinación inicial del UDF y la obtenida después de la dosis de carga de amiodarona varió entre 1 y 32 meses. En el grupo en general, el UDF aumentó significativamente después de la dosis de carga, desde 10.5 ñ 4.7 a 15.2 ñ 7.8 J.
En el subgrupo de pacientes en quienes el tiempo transcurrido desde la determinación inicial del UDF y la iniciación del tratamiento con amiodarona fue menor de 6 meses, también se produjo un aumento significativo del UDF. Después de la carga, 11 de los 18 participantes experimentaron un aumento del UDF, en 6 no se produjeron cambios y en 1 se observó una disminución de 10 a 5 J. En 1 paciente fue necesario suspender el tratamiento con amiodarona debido a que el UDF aumentó hasta niveles inaceptables.
Discusión:
El principal hallazgo de este estudio, señalan los autores, fue la demostración de aumento del UDF con la utilización de ondas de energía bifásicas después de la administración de una dosis de carga de amiodarona durante varios días en pacientes internados. Aunque el incremento en los requerimientos de energía para lograr la desfibrilación fue estadísticamente significativo, el mismo no fue universal.
Un tercio de los pacientes estudiados no experimentaron cambios en el UDF después del inicio de la administración de la droga y en 1 sujeto se observó una disminución. No obstante, el aumento observado en los otros pacientes cuestiona la seguridad de la administración de dosis de carga de amiodarona en pacientes ambulatorios. Los hallazgos informados sugieren que pacientes con márgenes de seguridad limitados en el momento de la implantación y que requieren amiodarona deberían recibir las dosis de carga en el hospital, realizando una prueba de UDF antes del alta.
Los autores y otros investigadores sugieren que en pacientes con UDF iniciales elevados deben utilizarse otros medicamentos en vez de amiodarona. Se demostró que el sotalol disminuye el UDF y en general es bien tolerado en personas con insuficiencia cardíaca. En uno de los sujetos estudiados se utilizó sotalol en reemplazo de la amiodarona, con resultados aceptables (disminución del UDF de 25 a 10 J).