Este síndrome puede ser primario, si no es acompañado por una enfermedad autoinmune, y secundario si el paciente posee una enfermedad autoinmune o reumática, de las cuales se han reportado una amplia variedad en la literatura.
En el caso específico del grupo de pacientes con LES, aproximadamente un 31 % de los pacientes tienen anticoagulante lúpico, 23 a 47 % tienen anticuerpo anticardiolipina y 20 %tienen anticuerpos a Beta (2)- glucoproteína I.
De todos modos, se pueden encontrar anticuerpos antifosfolípidos en ciertas enfermedades infecciosas y por uso de algunos fármacos. Pero, habitualmente, no reviste mayor criterio diagnóstico cuando se encuentran en estas patologías, pues no se ha descripto aún cual es el valor diagnóstico o pronóstico que acompañan estos hallazgos en dichos trastornos.
Tabla I - Clasificación
Algunas publicaciones hablan de que hasta un 2 % de la población, aparentemente sana, muestra niveles de anticuerpos detectables y en un 0.2 % dichos niveles son elevados. Sin embargo, la probabilidad de que esta población desarrolle el síndrome no se conoce, pero probablemente sea pequeña entre los que tienen bajos títulos de anticuerpos.
Algunas veces en este cuadro se puede observar trombocitopenia, livedo reticularis o síntomas neurológicos.
La lesión habitual encontrada en el síndrome de anticuerpos antifosfolípidos es una oclusión trombótica no inflamatoria de vasos, arteriales o venosos, de pequeño o gran calibre. En la placenta, también son debidas a la formación de trombo dentro del cual están presentes inmunoglobulinas G u otros sustancias que denotan reactividad inmunológica.