Diabetes

Tolerancia de glucosa mejorada y dismorfogénesis acinar por expresión de la transcripción del factor PDX-1 a el páncreas exócrino.

La desregulación hacia debajo de PDX-1 sería requerida para el mantenimiento adecuado del fenotipo de las células exocrinas, mientras que la regulación hacia arriba de PDX-1 en las células acinares afectaría la función de las células ß

La proteína homeodominio PDX-1 es crítica para el desarrollo del páncreas y es un regulador clave de la expresión del gen de la insulina. La nulizigosidad y haploinsuficiencia de PDX-1 en ratones y en humanos resultan en agénesis pancreática y diabetes, respectivamente.
En el día embriónico (e) 10.5, PDX-1 es expresado en todas las células epiteliales pluripotenciales derivadas del intestino, destinadas a diferenciarse dentro  del páncreas exócrino y endógeno.  En el e 15, la expresión de PDX-1 es regulada hacia abajo en las células exócrinas, pero permanece alta en las células endocrinas.
Partiendo de estos conocimientos, la meta de un estudio realizado entre investigadores de EE.UU. y Dinamarca, fue determinar si la sobrexpresión alcanzada de PDX-1 hacia el compartimiento exócrino del páncreas en desarrollo en el e 15 permitiría la reespecificación de las células exócrinas. Para ellos, ratones transgénicos (TG) fueron generados, en los cuales PDX-1 fue expresado en el páncreas exócrino usando el promotor elastasa-1 específico exócrino. Estos ratones exhibieron una dismorfogénesis marcada del páncreas exócrino, manifestada por índices incrementados con la edad de replicación y apoptosis en células acinares y una infiltración grasa progresiva del páncreas exócrino. Interesantemente, los ratones TG exhibieron tolerancia mejorada de glucosa, aunque la masa absoluta de células b no se incrementó.
Estos hallazgos indicaron por un lado, que la desregulación hacia debajo de PDX-1 es requerida para el mantenimiento adecuado del fenotipo de las células exocrinas y, por el otro,  advirtieron que la regulación hacia arriba de PDX-1 en las células acinares afecta la función de las células b.  A pesar de dichos descubrimientos, los mecanismos subyacentes a estas observaciones permanecen sin ser elucidados.