PLOS ONE
Resumen Las consecuencias a largo plazo de la infección por SARS-CoV-2 se están convirtiendo en una carga importante para las sociedades y los sistemas sanitarios. Los datos sobre el síndrome post-COVID-19 en la población general son necesarios para la planificación oportuna de los servicios y recursos de salud. El objetivo de este estudio fue evaluar la prevalencia de deterioro del estado de salud y síntomas de salud física y mental entre individuos al menos seis meses después de la infección por SARS-CoV-2, y caracterizar su utilización de la atención médica. Métodos Este estudio de cohorte prospectivo basado en la población (Cohorte de SARS-CoV-2 de Zurich) reclutó a 431 adultos de la población general con infección por SARS-CoV-2 confirmada por reacción en cadena de la polimerasa notificada a las autoridades sanitarias entre el 27 de febrero de 2020 y el 5 de agosto de 2020 en el Cantón de Zurich, Suiza. Evaluamos la proporción de personas que informaron no haberse recuperado por completo desde la infección por SARS-CoV-2 y la proporción que informaron fatiga (escala de evaluación de fatiga), disnea (escala de disnea mMRC) o depresión (DASS-21) entre los seis y ocho meses después diagnóstico. Además, se evaluó la proporción de personas con al menos un contacto de atención médica después de su enfermedad aguda. Se utilizaron modelos de regresión logística multivariable para evaluar los factores asociados con estos resultados principales. Resultados Los síntomas estaban presentes en 385 (89%) participantes en el momento del diagnóstico y 81 (19%) fueron hospitalizados inicialmente. De seis a ocho meses, 111 (26%) informaron no haberse recuperado por completo. 233 (55%) participantes informaron síntomas de fatiga, 96 (25%) tenían al menos disnea de grado 1 y 111 (26%) tenían puntuaciones DASS-21 que indicaban síntomas de depresión. 170 (40%) participantes informaron al menos una visita al médico de cabecera relacionada con COVID-19 después de una enfermedad aguda, y el 10% (8/81) de las personas inicialmente hospitalizadas fueron rehospitalizadas. Las personas que no se han recuperado por completo o que sufren de fatiga, disnea o depresión tenían más probabilidades de tener más contactos con la atención médica. Sin embargo, un tercio de las personas (37/111) que no se han recuperado por completo no buscaron más atención. Conclusiones En este estudio poblacional, una proporción relevante de participantes sufrió consecuencias a más largo plazo después de la infección por SARS-CoV-2. Con millones de personas infectadas en todo el mundo, nuestros hallazgos enfatizan la necesidad de planificar oportunamente los recursos y los servicios centrados en el paciente para la atención posterior al COVID-19. |
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