Estrategias de comunicación | 25 AGO 14

Nuevas formas de lograr que más niños se vacunen

Los mensajes que se enfocan en los beneficios para el niño tienen el mayor impacto, halla un estudio.

Los médicos siguen luchando por encontrar formas efectivas de convencer a los padres desconfiados sobre la importancia de vacunar a sus bebés.

La epidemia de tos ferina de 2011-12 no supuso ningún cambio con respecto al hecho de que los padres del estado de Washington pusieran a sus hijos al día con las vacunas, hallaron los investigadores. Casi una tercera parte de los bebés seguían sin estar protegidos contra la tos ferina incluso mientras el virus se propagaba por 49 estados, según uno de los tres estudios relacionados con las vacunas que aparecen en la edición del 18 de agosto de la revista Pediatrics.

Alrededor de nueve de cada diez padres de EE. UU. se mantienen al día con la programación de vacunas infantiles recomendadas, vacunando a sus hijos para protegerles de enfermedades infecciosas como el sarampión, las paperas, la tos ferina, la polio y la hepatitis B, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.

Pero los médicos y las autoridades sanitarias hallaron que convencer al 10 por ciento restante de los padres es extremadamente difícil.

La respuesta de los padres al brote de tos ferina es "más bien aleccionadora" para los pediatras que creen que se están logrando avances respecto a la tasa de vacunas infantiles, señaló la Dra. Carrie Byington, jefa del comité de enfermedades infecciosas de la Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics).

La tasa de vacunación percibió solo un pequeño aumento durante la epidemia de tos ferina, llegando hasta el 69.5 por ciento de los bebés en el estado de Washington, y volviendo a caer al 67.6 por ciento luego.

"Nos dice que aún falta un camino por recorrer para comprender la conducta humana y qué motiva a las personas respecto a su salud", dijo Byington.

Una forma de predecir qué padres rechazarán vacunar a sus hijos es controlar quién se niega a que se administre una inyección de vitamina K al bebé cuando nace, informaron unos investigadores canadienses en uno de los estudios que aparecen en la Pediatrics.

La vitamina K se recomienda a los recién nacidos para prevenir un raro trastorno de sangrado que puede resultar en daño cerebral a largo plazo y muerte, señalaron los investigadores en la información de respaldo.

Apenas una minoría de los padres en Alberta, Canadá, se negaron a que sus recién nacidos recibieran una inyección de vitamina K entre 2006 y 2012, halló el estudio.

Pero los hijos de padres que rehusaron la vitamina K tenían 14.6 veces menos probabilidades de recibir todas las vacunas infantiles para los 15 meses de edad, frente a los niños que recibieron la vitamina K.

Byington afirmó que negarse a que suministre la vitamina K al nacer "es un factor que puede ayudar a los pediatras a identificar a los padres renuentes a vacunar".

Pero, ¿cómo se puede convencer a los padres de la importancia de las vacunas?

Los investigadores de la Universidad de Indiana evaluaron cuatro mensajes en una encuesta nacional en línea de más de 800 padres con hijos menores de doce meses de edad. "Deseábamos captar a los padres que debían tomar una decisión pronto, cuando pensaban en hacerlo pero aún no lo habían hecho", dijo la autora líder, Kristin Hendrix, profesora asistente de pediatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Indiana.

Los mensajes, que defendían la administración de la vacuna contra el sarampión, las paperas y al rubeola (SPR), incluían: una sencilla declaración informativa sobre la vacuna de los CDC; la declaración de los CDC más información sobre los beneficios de la vacuna para los niños; la declaración de los CDC y una mención de los beneficios de la vacuna para la sociedad, y la declaración de los CDC más información sobre la importancia de la vacuna para el niño y la sociedad en general.

Los mensajes que se enfocaban en los beneficios para el niño son los que tuvieron el mayor impacto, hallaron los investigadores.

Más del 90 por ciento de los padres que escucharon el mensaje enfocado en los niños o el mensaje combinado sobre el niño y la sociedad dijeron que tenían la intención de vacunar a su bebé, frente al 86 por ciento de los padres que solo recibieron la información básica de los CDC.

"Hallamos que los padres que recibieron la información que de verdad enfatizó los beneficios directos para su hijo, que esa era la información que de verdad resonaba y que resultó en los niveles más altos de intención de vacunar", dijo Hendrix.

Los CDC han trabajado arduamente para crear una programación de vacunas menos confusa para los padres, apuntó la Dra. Jennifer Frost, directora médica de la División de Salud del Público y Ciencias de la Academia Estadounidense de Médicos de Familia (American Academy of Family Physicians).

A pesar de eso, "creo que la renuencia está en aumento, y eso es un problema", apuntó Frost. "Hay mucha información en internet que los padres ven y creen porque está allí, y contrarrestar eso puede ser muy difícil".

Las vacunas son seguras y efectivas, añadió Frost. "Los padres que se muestran renuentes, aunque crean que lo hacen para el bien de su hijo, en realidad están poniendo a su hijo en riesgo", advirtió.

 

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