Por el Dr. Carlos Tajer | 04 FEB 13

Metáforas para pensar la medicina

Las metáforas son herramientas básicas del pensamiento y configuran la relación médico / paciente. Un artículo de alta relevancia para pensar, compartir y debatir.
Autor/a: Dr. Carlos Tajer Rev Argent Cardiol 2012;80:496-504.
INDICE:  1. Artículo | 2. Página 2 | 3. Referencias
Artículo

La medicina actual ha alcanzado un extraordinario desarrollo científico-técnico y se encuentra en el umbral de una potencial revolución a través de la confluencia de la genética-manipulación celular, la nanotecnología, los biosensores y la informática. No ha sido similar el desarrollo de la relación médico-paciente, y una de las mayores críticas a la práctica actual es un pobre “humanismo”. Las dificultades para reelaborar el encuentro médico-paciente son muy grandes. La estructura de la atención sanitaria, aun en sistemas igualitarios y con médicos de cabecera, genera consultas breves y una práctica atomizada en miríadas de minisubespecialidades.

En otros sistemas, los problemas son aún mayores. Sobre esas limitaciones, un aspecto que contribuye negativamente es la escasa atención brindada a la formación fuera de lo técnico-científico, lo que restringe el aporte de ideas creativas o propuestas tentativas de solución. Para la necesaria reelaboración de nuestro pensamiento y práctica, debemos aprovechar los ricos recursos de la psicología, la lingüística, la comunicación y las ciencias humanas en general. Esta carta está orientada a viajar por algunos territorios del universo de las metáforas, para explorar si los impensables avances en el tema en las últimas décadas pueden ayudarnos en el camino de nuestra autoformación.

La metáfora como herramienta básica del pensamiento

Las metáforas eran tradicionalmente consideradas un recurso retórico-poético que no hacía a la esencia de los conceptos o el pensamiento, un elemento ornamental y decorativo del lenguaje. En la década de los ochenta surge un replanteo revolucionario de la concepción de las metáforas. Lakoff y Johnson (1) y Reidd, (2) trabajando en forma independiente en lingüística cognitiva, proponen que las metáforas son elementos esenciales del lenguaje y del pensamiento. Las explicaciones que siguen han sido extractadas de estos autores.

¿Qué es una metáfora?

Comencemos por una descripción funcional.
Las metáforas permiten la comprensión de una idea o dominio conceptual en términos de un dominio diferente.

Al hablar de nuestra experiencia de vida, por ejemplo, son frecuentes las frases como “el rumbo que tomamos... los senderos recorridos... marchamos hoy hacia...”. La vida es explicada a través de una metáfora estructural: la vida es un viaje.

En este caso comprendemos un dominio existencial abstracto como la vida a través de un dominio más concreto de espacio y desplazamiento, el viaje.

Las primeras frases que enunciamos utilizan diferentes referencias metafóricas que remiten a una metáfora estructural, la vida es un viaje, que resume una serie de correspondencias entre ambos conceptos. Si comprendemos esa metáfora estructural, podemos interpretar metáforas que refieren a ese dominio aunque nunca las hayamos escuchado con anterioridad: llegó a una encrucijada... se perdió en ese atajo... la tormenta lo llevó a mal puerto...

Estas referencias no son decorativas o poéticas, sino que resultan esenciales para comprender aspectos de la vida. No tenemos forma de pensar los elementos complejos de nuestra realidad sin metáforas, y cuanto más abstracto es el problema, se necesitarán mayor número y “capas” de metáforas. Así, cuando nos referimos al tiempo, la vida, el amor, la pareja, las emociones, los síntomas, los objetivos, el sentido, los valores, lo bueno y lo malo, la salud, la medicina, la cardiología y las enfermedades, lo hacemos constantemente con metáforas.

Algunas características de las metáforas

Irreversibilidad
Cuando enunciamos que el tiempo es oro, el oro nos permite comprender algún aspecto del tiempo (preciado - valioso). Lo inverso nunca es factible: el oro no es tiempo, así como un viaje no es una vida.

Sentido de las metáforas
El proceso metafórico típicamente va del concepto más concreto al más abstracto, y no en el otro sentido. Concreto se refiere a una mayor cercanía al desarrollo del cuerpo, su experiencia físico-neural y su interacción con el medio. En los dos ejemplos comentados, no cabe duda de que tenemos experiencias de viajes y del oro, con mayor relación con nuestros sentidos y nuestro cuerpo que los conceptos más abstractos vida o tiempo.

Metáforas estructurales
Un aspecto relevante de estas investigaciones es la búsqueda de metáforas estructurales. Técnicamente, los lingüistas agrupan expresiones referidas a un tema particular (p. ej., el tiempo) y denominan metáfora estructural a la raíz conceptual común que permite su comprensión. Como ejemplo, cuando hablamos del tiempo es frecuente afirmar que: el tiempo es oro…, desperdició su tiempo…, invirtió muchas horas…, capitalizó esa mañana…, derrochó sus mejores años…, ni un centavo de mi tiempo...

Podemos comprender cualquiera de estas afirmaciones porque remiten a una metáfora estructural que nos resulta familiar: el tiempo es una mercancía.

Existen listas extensas de metáforas estructurales exploradas colaborativamente por lingüistas. (3) Como ejemplos de metáforas estructurales:

El cerebro es una máquina: le crujían los engranajes, se le saltó un tornillo...

Una organización social es una planta: nuestra sociedad tiene fuertes raíces... se nutre de… el fruto de nuestra actividad... la savia de la sociedad

Una organización social es un cuerpo: la columna vertebral del movimiento… el brazo armado de la militancia... un parásito del partido...

 

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