Refuerzo a la teoria de la higiene | 21 FEB 10

El exceso de limpieza en los chicos, enferma

Según un nuevo estudio, la falta de contacto con gérmenes cotidianos en la infancia no sólo eleva el riesgo de asma y alergia, sino que también predispone a males cardíacos en la adultez.

Por Florencia Ballarino

Obsesion
. Se cree que hay que evitar que los bebés se ensucien, pero los productos de limpieza pueden ser más nocivos que un virus.

Higienizar a los chicos con jabón antibacteriano, pasarles alcohol en gel en las manos varias veces al día, esterilizar sus juguetes, no dejar que levanten el chupete del suelo –aunque esté recién limpio–; nada parece suficiente cuando se trata de evitar que los chicos se enfermen. Sin embargo y, pese a que lo que se busca es cuidar la salud de los niños, en realidad esta obsesión por la limpieza tendría el efecto contrario al deseado. ¿Cómo? Un nuevo estudio sugiere que los chicos criados en ambientes exageradamente limpios no están expuestos a bacterias, virus y parásitos cotidianos que, lejos de perjudicarlos, estimulan el desarrollo de un sistema inmune sano, necesario para prevenir y combatir enfermedades en la edad adulta.

El trabajo, publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B: Biological Science, retoma la Teoría de la Higiene que postuló el investigador inglés David Strachan en 1989, pero va más allá al sugerir que la exposición temprana a gérmenes y bacterias comunes podría ayudar a prevenir en los niños, no sólo el desarrollo de asma y alergia, sino también enfermedades inflamatorias como artritis reumatoidea y problemas cardíacos.

Investigación. El antropólogo Thomas McDade, de la Universidad de Northwestern, en EE.UU., comparó la Proteína C-Reactiva (PCR), cuyo valor en sangre se eleva cuando hay una inflamación en el organismo, en 1.500 filipinos y estadounidenses, desde su nacimiento hasta los 22 años. Los participantes de Filipinas mostraron una PCR mucho más baja que los de EE.UU., lo que implica que sufrían menos inflamaciones y tenían un menor riesgo cardíaco. La única diferencia entre ambas poblaciones era que los filipinos, durante su niñez, habían tenido contacto con gérmernes cotidianos a través de hermanos o animales domésticos.

“Muchos de los gérmenes que encontramos en nuestra casa son inofensivos, no causan infección y han sido parte del medio ambiente por años. Mi investigación, como los trabajos de otros científicos, sugieren que pueden ayudar a prevenir en los niños el desarrollo de asma y alergia, como así también, otras enfermedades relacionadas con el sistema inmune e inflamatorio”, le aseguró McDade a PERFIL, vía correo electrónico.

¿Por qué un ambiente ultra limpio en la niñez eleva las chances de enfermarse en la edad adulta? “De la misma manera en que el cerebro del niño necesita estímulos sensoriales para promover su desarrollo, el sistema inmune requiere estímulos del medio ambiente microbacteriano que guíen su funcionamiento, desde la niñez hasta la edad adulta. Demasiada higiene en el ambiente priva a los niños de ese estímulo y el resultado es una respuesta inmune pobre”, explicó McDade.

Obsesión. En la Argentina también se están realizando investigaciones que apuntan a conocer si la exposición a virus y bacterias durante la infancia están o no relacionadas con la predisposición a sufrir ciertas enfermedades. En la Fundación Infant, la bioquímica María Florencia Delgado y la médica Johanna Zea estudian la relación entre infecciones virales y predisposición a patologías respiratorias.

“El objetivo es ver si el virus sincicial respiratorio, tan común en los niños, es un factor de prevalencia del asma y alergia o si, por el contrario, tener ese virus durante la infancia evita padecer asma o alergia en la adultez”, explicó Delgado.

¿Hasta dónde hay que controlar la higiene en los chicos? Los especialistas aseguraron que hay que utilizar el sentido común y no obsesionarse con la limpieza ni la desinfección (Ver recuadro.). “Si el chico tiene las vacunas al día y una buena alimentación, hay que dejarlo jugar, que se ensucie”, opinó Delgado. Para McDade, es necesario desterrar la idea de que hay que proteger a los niños de los microbios a cualquier costo, “sin tener en cuenta que los químicos de algunos productos de limpieza son nocivos”.

En definitiva, dejar que los chicos se ensucien podría ser la respuesta a una vida más saludable.


Hay que evitar la “caja de cristal”

f.b.

Basta con ver el lugar que ocupan los productos para la higiene personal y del hogar en las góndolas de los supermercados, para dimensionar la actual obsesión por la limpieza: jabón antibacteriano, toallitas húmedas, lavandina y desinfectantes de cualquier tipo y color.

“La gente gasta dinero en artículos antisépticos cuando no son imprescindibles. La recomendación es lavarse las manos con abundante agua y jabón común durante veinte segundos antes de comer, después de ir al baño, al preparar alimentos, luego de cambiar al bebé o llegar de la calle”, sostuvo Hugo Sverdloff, del Comité de Pediatría Social de la Sociedad Argentina de Pediatría. Para el especialista, el uso de jabón antibacteriano, sólo se justifica si hay en la familia una persona enferma y, en el caso del alcohol en gel, únicamente si no se puede tener acceso al agua y jabón.

“Hay que cuidar la higiene sin obsesionarse. Los chicos tienen que ser chicos, deben jugar en el piso o en el arenero porque ésa es la única forma de crear defensas. Un chico que está dentro de una caja de cristal no hace su aprendizaje inmunológico”, concluyó.

 

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