Los más afectados son los niños

Errores médicos frecuentes

Suelen producirse al salir del quirófano, afirma un estudio

NUEVA YORK (The New York Times).- Los niños son los que tienen más probabilidades de ser víctimas de errores en la administración de medicamentos, y la mala comunicación al ser trasladado el paciente de la sala de operaciones a la de recuperación es posiblemente la principal causa de eso.

Estos son algunos de los resultados de un reciente estudio realizado por la United States Pharmacopeia, entidad que establece los patrones para la industria farmacéutica en los Estados Unidos.

El error médico ha estado en la mira desde el informe del Instituto de Medicina de 1999, que estimaba que tales errores llevaban a 98.000 muertes por año. El presente estudio analizó 11.000 casos que habían sido informados voluntariamente a la farmacopea.

El estudio se limitó a los errores cometidos con pacientes quirúrgicos, y la tasa de daño (5%) fue mucho más alta que los típicos errores de medicación. Pero entre los niños la tasa fue del 12 por ciento. La mayor parte está relacionada con los analgésicos y los antibióticos.

Los problemas surgieron cuando un paciente era traspasado del equipo preoperatorio a la sala de operaciones, a la sala de recuperación o a manos de las enfermeras no especializadas, dijo Diane Cousins, autora del estudio. "El sistema a menudo está muy fragmentado", explicó Cousins.

Los errores típicos se advirtieron en la administración de antibióticos antes de la cirugía, al no advertir alergias, la inadecuada instalación del surtidor de disolvente de sangre, o en los analgésicos y las sobredosis dadas a los niños pequeños.

En varios casos descriptos en el informe, la mala caligrafía, el prestar poca atención a las indicaciones o una mala aritmética llevaron a que algunos pacientes recibieran dosis de 10 a 50 veces más altas de lo que debían.

Es más que preocupante que los más pequeños, los pacientes más jóvenes, sean los que están en mayor riesgo, agregó Cousins. Existen 10.000 drogas en el mercado, y muchas nunca fueron probadas en niños, por lo que las dosis se calculan con conjeturas basadas en el peso, para lo que se debe hacer la conversión de libras a kilogramos.

"Estos cálculos pueden no ser controlados por nadie -dijo-. Y a menudo están en cantidades muy pequeñas, mililitros, y esto por sí mismo produce errores."

Traducción: María Elena Rey