El objetivo de esta investigación fue comparar, en un grupo representativo de pacientes, aquéllos con y sin trastornos comórbidos en los Ejes I y II en lo referente a la naturaleza de sus intentos suicidas, sus antecedentes, las características psicológicas y el resultado, para identificar factores que pudiesen explicar el mayor riesgo suicida en pacientes con trastornos de personalidad y psiquiátricos comórbidos. La identificación de tales factores podría ser de utilidad en la clínica y en la prevención.
Método:
Los sujetos fueron pacientes de 15 años de edad y más, atendidos en un hospital de Oxford después de un intento suicida, entre febrero y diciembre de 1997. Los autores emplearon el Statistical Package for the Social Sciences y el EpiInfo para manejar los análisis estadísticos.
Resultados y discusión:
Fueron vistos 150 pacientes que habían hecho un intento suicida, de los cuales el 39% fueron varones y casi todos caucásicos. En el 96% de los casos el intento había sido efectuado por envenenamiento. Un 65% ya había realizado otro intento suicida con anterioridad. Con el 79% de los pacientes se realizaron entrevistas de seguimiento. En los casos en que no se realizó la entrevista fue por negativa del paciente, no poder contactarlo, no recibir al entrevistador y en un caso porque se suicidó. 111 pacientes completaron el Personality Assessment Schedule, con cuyos datos se construyó el perfil psiquiátrico de estos pacientes. Los entrevistados y los no entrevistados en el seguimiento presentaron características demográficas y clínicas similares.
El 44% de los pacientes presentó comorbilidad de trastornos psiquiátricos y de la personalidad. Los trastornos psiquiátricos comórbidos más habituales fueron: depresión, trastornos neuróticos, y dependencia / abuso de alcohol. Los datos se analizaron según las características demográficas, las circunstancias del intento suicida, la ideación suicida y la repetición de intentos suicidas, las características psicológicas y las características de su historia personal.
Cada vez más se reconoce que la comorbilidad de trastornos psiquiátricos y de personalidad es un factor de importancia mayor en el riesgo suicida. La tasa de tal comorbilidad hallada en este estudio (44%) es similar a la del estudio finlandés (Finnish Study) de personas que efectuaron intentos suicidas, según criterios del DSM-III-R. El trastorno de personalidad de inestabilidad emocional (que incluye trastorno límite de la personalidad) no fue prominente en los pacientes de este estudio, y los autores piensan que pueda obedecer a que fueron excluidos los individuos que se autolesionaban de modo reiterado, ya que consideraron que constituían un grupo diferente de los que hacen intentos suicidas.
Sostienen los investigadores que es la comorbilidad de trastornos psiquiátricos y de personalidad, y no sólo los trastornos de personalidad la que incrementa el riesgo suicida, ya que en ninguno de los pacientes estudiados hubo tan sólo trastornos de personalidad sino conjuntamente con un trastorno psiquiátrico de los ya mencionados. La mayoría de los suicidios de los pacientes con trastornos comórbidos fueron precipitados por dificultades en tener amistades y problemas relacionados con adicción, y otros más estuvieron asociados con el querer hacer sentir a otros culpables, encontrar su situación insostenible y querer pedir ayuda.
A la vez, los pacientes con y sin comorbilidad mostraron características psicológicas bien diferentes, y esa diferencia se mantuvo en el seguimiento. Estas incluyeron características asociadas con el riesgo de intento suicida y de suicidio consumado, como depresión persistente, ideación suicida reiterada, desesperanza, agresión, impulsividad, y baja auto-estima. El mayor riesgo de suicidio en pacientes con trastornos comórbidos estuvo también resaltado por la mayor frecuencia de intentos previos, intentos múltiples y repetición de los intentos durante el período de seguimiento.
El análisis multivariado mostró que los factores clave que diferenciaron a los pacientes con y sin trastornos comórbidos fueron: autoestima más baja y menores destrezas para resolver problemas relacionados con sí mismos. Creen los autores que estos rasgos podrían estar exacerbados por los trastornos psiquiátricos y así incrementar el riesgo de un acto suicida cuando el individuo se siente desesperanzado a causa de la depresión u otros trastornos y se siente ante problemas que cree insuperables.
Otro factor que hallaron de importancia es la agresión, que podría ser secundaria a la baja autoestima y a la frustración por las dificultades en resolver problemas. La crianza, en especial el no haberse sentido querido por los padres (además de abuso y maltrato) también sería importante en el modelado de algunas de las características específicas de los pacientes con trastornos comórbidos. Asimismo las influencias genéticas podrían ser relevantes y explicar, según los datos hallados, la tendencia de más actos suicidas en los padres de los pacientes del grupo comórbido.
Finalmente los investigadores concluyen que el impacto de la comorbilidad en el riesgo de cometer un acto suicida, incluyendo la repetición, podría atribuirse a características específicas tales como agresión e impulsividad, que incrementan la posibilidad de conductas suicidas; también los trastornos de personalidad tendrían efectos deletéreos sobre la naturaleza y la prognosis de los trastornos psiquiátricos.
Recomiendan priorizar en primera instancia el tratamiento del trastorno psiquiátrico que mayor influencia pueda tener en el riesgo suicida inmediato, (p. ej. disminuyendo los niveles de depresión y/o abuso de sustancias). Indican que terapias psicológicas como la dialéctica conductual, y psicofármacos como estabilizadores del ánimo, IRS, o neurolépticos en dosis bajas, pueden mejorar algunas de las características que contribuyen al riesgo. La comorbilidad de trastornos de los Ejes I y II consideran es uno de los mayores desafíos que se plantean hoy respecto de la prevención del suicidio.
Artículo comentado y traducido por la Lic. Alicia Kasulin, editora responsable de IntraMed en la especialidad de Psiquiatría.