Objetivo
Determinar si el período de inanición ("nada por boca") después de la cirugía gastrointestinal es beneficioso en los términos de ciertos resultados específicos.
Diseño
Revisión sistemática y meta-análisis de ensayos controlados randomizados comparando cualquier tipo de alimentación enteral iniciada dentro de las 24 horas postquirúrgicas con el manejo de ayunas ("nada por boca") después de cirugía gastrointestinal electiva. Para ello se examinaron 3 bases de datos electrónicas (PubMed, Embase y Cochrane).
Se investigaron las dehiscencias anastomóticas, la infección de cualquier tipo, la infección de la herida quirúrgica, neumonía, abscesos intra-abdominales, tiempo de estadía y mortalidad.
Resultados
Coincidieron con los criterios 11 estudios abarcando 837 pacientes. En 6 de dichos estudios, los pacientes fueron alimentados por vía enteral y en 5 por boca. La alimentación temprana redujo el riesgo de cualquier tipo de infección (riesgo relativo 0,72, 95% intervalo de confianza 0.54 a 0.98, P = 0.036) y el tiempo promedio de estadía hospitalaria (número de días reducidos 0.84, 0.36 a 1.33, P = 0.001). También se comprobó reducción del riesgo de dehiscencia anastomótica (0.53, 0.26 a 1.08, P = 0.080).
La reducción del riesgo de infección de la herida, de neumonía, de abscesos intra-abdominales y de mortalidad no alcanzó cifras significativas (p > 0.10). El riesgo de vómitos fue mayor entre los pacientes con realimentación precoz (1.27, 1.01 a 1.61, P = 0.046).
Conclusiones
Habitualmente se conoce - en relación con este tema - los siguientes hechos:
· La alimentación enteral dentro de las 24 horas después de cirugía gastrointestinal es tolerada.
· Teóricamente, la alimentación precoz mejora la curación de los tejidos y reduce las complicaciones sépticas después de la cirugía gastrointestinal.
Este estudio añade a lo anterior:
· No existe beneficio en mantener a los pacientes en ayunas ("nada por boca") después de la cirugía gastrointestinal.
· Las complicaciones sépticas y la estadía hospitalaria postoperatoria se redujeron en aquellos pacientes que recibieron alimentación temprana.
· Estos pacientes no mostraron reducciones significativas en lo que se refiere a la incidencia de dehiscencias anastomóticas, infecciones de la herida, neumonía, abscesos intra-abdominales y mortalidad.