Disparen sobre la víctima
Tal vez en el futuro nuestra época sea recordada como aquella en la que la humanidad se hizo obesa. Una transición antropológica de la especie que incrementó su masa corporal a una velocidad como nunca antes se había registrado. Pero también porque mientras esa calamidad ocurría ante nuestros ojos sostuvimos empecinadamente teorías que no la explicaban y culpamos a las víctimas para no admitir ese error.
Ningún fenómeno que adquiera las dimensiones que hoy tiene la obesidad puede ser el producto de la responsabilidad individual sino la consecuencia de una cultura que lo promueve. Estamos obesos porque vivimos en una sociedad obesogénica. No se debe ni a nuestra debilidad de carácter, ni a nuestra falta de voluntad, ni a nuestra pereza o gula. Es absurdo pensar de ese modo. Es un recurso estigmatizante que desplaza hacia quienes padecen el problema la responsabilidad de quienes lo generan.
Acumular grasa es una mecanismo evolutivo que nos “defiende” de la sobrecarga de comida almacenando el exceso mientras eso sea posible. Superada es capacidad sobreviene la enfermedad en sus más diversas manifestaciones clínicas: diabetes, patologías cardio-cerebro vasculares, cáncer, depresión, entre muchas otras. La obesidad es el modo mediante el cual nuestra biología se “adapta” a un ambiente que ha puesto al consumo como criterio ordenador de la vida y ha subordinado a la salud y a una milenaria cultura alimentaria a los intereses del mercado.
Comentarios
Usted debe ingresar al sitio con su cuenta de usuario IntraMed para ver los comentarios de sus colegas o para expresar su opinión. Si ya tiene una cuenta IntraMed o desea registrase, ingrese aquí