Hábitos de vida insalubres | 09 SEP 13

Conductas insalubres y discapacidad en adultos mayores

El riesgo de obesidad, diabetes, cáncer, disminución de la función cognitiva, accidente cerebrovascular, muerte súbita cardíaca y mortalidad aumenta con el número de conductas insalubres.
Autor/a: Dres. Artaud F, Dugravot A, Sabia S, Singh-Manoux A, et al BMJ 2013; 347:f4240
INDICE:  1.  | 2. Referencias

 

 

 

Introducción

La discapacidad se define como “la dificultad o dependencia para realizar actividades esenciales a fin de vivir de manera autónoma, entre ellas las tareas necesarias para el autocuidado y para tener independencia en el hogar y en las actividades importantes para la calidad de vida”.

El riesgo de discapacidad aumenta con la edad, por lo que es de esperar que la carga de discapacidad aumente debido al envejecimiento de la población en todo el mundo. La identificación de los factores de riesgo de discapacidad que pueden ser modificables quizás contribuya a definir estrategias preventivas y demorar esta progresión.

Investigaciones previas mostraron que las conductas insalubres (inactividad física, mala alimentación, tabaquismo, consumo excesivo de alcohol) tienen efectos adversos sobre la salud. Hay evidencia creciente de que algunas personas tienden a sumar conductas insalubres.

El riesgo de obesidad, diabetes, cáncer, disminución de la función cognitiva, accidente cerebrovascular (ACV), muerte súbita cardíaca y mortalidad aumenta con el número de conductas insalubres. Se señaló que estas conductas se asocian con aumento del riesgo de discapacidad en personas mayores. Sin embargo, pocos estudios examinaron el efecto asociado de las conductas insalubres sobre la discapacidad.

El objetivo de este trabajo fue investigar la relación entre las conductas insalubres, (examinando cada una por separado y asociada) y el riesgo de discapacidad durante un seguimiento de 12 años en una cohorte de personas mayores francesas pertenecientes al centro Dijon del estudio Tres ciudades (Three-City, 3C).

Otro objetivo fue examinar la función de los posibles mediadores (índice de masa corporal, función cognitiva, síntomas depresivos, traumatismos, enfermedades crónicas y enfermedad cardiovascular y sus factores de riesgo) en la asociación entre conductas insalubres y discapacidad.

Métodos

El estudio 3C es un estudio de cohortes prospectivo que reclutó a personas mayores de 65 años no institucionalizadas de tres ciudades francesas entre 1999 y 2001. El presente estudio se basa sobre datos de Dijon (n = 4931), donde los investigadores estaban especialmente interesados en la función física y la discapacidad. Tras el examen inicial (etapa 0), se entrevistó personalmente a los participantes a los dos años (etapa 1, 2001-02), cuatro años (etapa 2, 2003-04), siete años (etapa 4, 2006-07), nueve años(etapa 5, 2008-09) y 11 años (etapa 6, 2010-12); la etapa 3 (2005-06) fue un cuestionario autoadministrado que no incluyó determinaciones de discapacidad.

Criterio principal de valoración
Indicador jerárquico de discapacidad (ninguna, leve, moderada, grave) que combinó datos de tres escalas de discapacidad evaluadas seis veces entre 2001 y 2012.

Discapacidad
La discapacidad se evaluó seis veces durante los 12 años de seguimiento: al inicio y en las etapas 1, 2, 4, 5 y 6. Se evaluaron tres esferas de discapacidad: la movilidad, las actividades instrumentales de la vida cotidiana y las actividades básicas de la vida cotidiana.

La movilidad se evaluó con la versión francesa de la escala de Rosow y Breslau, que determina la capacidad de efectuar trabajos pesados en la casa, caminar 800 metros y subir escaleras. La versión francesa de la escala de Lawton-Brody de las actividades instrumentales de la vida cotidiana evalúa la capacidad para usar el teléfono, manejar medicamentos y dinero, usar transporte público o privado y hacer compras y además para las mujeres, preparar las comidas y efectuar las tareas domésticas y el lavado de ropa.

Las actividades básicas de la vida cotidiana se evaluaron con la versión francesa de la escala de Katz, que determina si los participantes necesitan ayuda para bañarse, vestirse, ir al baño, pasar de la cama a una silla y comer. Para cada esfera de discapacidad, se consideró que los participantes eran discapacitados si no podían efectuar por lo menos una actividad sin un cierto nivel de ayuda.

Los autores construyeron un indicador jerárquico de discapacidad, que define cuatro niveles de discapacidad creciente al sumar las respuestas a los tres elementos de discapacidad dicotomizados en una jerarquía (0 = totalmente independiente; 1 = dependiente sólo en relación con la escala de Rosow; 2 = dependiente en la escala de Rosow y la de actividades instrumentales de la vida cotidiana, pero no en la escala de actividades básicas de la vida cotidiana; 3 = dependiente en todas las esferas). Este enfoque tiene la ventaja de considerar tres esferas de discapacidad simultáneamente.

Conductas insalubres
Los datos sobre conductas insalubres provinieron del cuestionario inicial.

La actividad física se evaluó con preguntas sobre la frecuencia de las caminatas y el ejercicio (gimnasia, natación, ciclismo) y se clasificó como intensa (caminar más de una hora diaria y hacer ejercicio más de una vez por semana), escasa (caminar menos de una hora diaria y hacer ejercicio menos de una vez por semana) e intermedia (todas las restantes). Se consideraron conductas insalubres la actividad física escasa o intermedia.

El consumo de frutas y verduras se clasificó sobre la base de una escala de seis puntos (desde “nunca” a “por lo menos una vez al día”). Se consideró conducta insalubre el consumo de frutas o verduras menos de una vez al día.

Con respecto al tabaquismo se consideró que tenían conducta insalubre las personas que fumaban y las que habían dejado de fumar menos de 15 años atrás.

Para el consumo de alcohol se consideró conducta insalubre el consumo que no era de leve a moderado, es decir 1-21 tragos por semana para los hombres y 1-14 para las mujeres*

Covariables
Sobre la base de la literatura médica, se identificaron características que intervienen en la relación entre las conductas insalubres y la discapacidad. La enfermedad cardiovascular, el ACV, la diabetes, el deterioro cognitivo y visual, la disnea y la depresión se asociaron con el indicador jerárquico de discapacidad.

Resultados

De los 4931 participantes iniciales quedaron 3982, de los cuales el 60,5% fueron mujeres.

Durante los 12 años de seguimiento, 1236 participantes, de los cuales 861 (69,7%) fueron mujeres, presentaron discapacidad. La incidencia de discapacidad aumentó de 3,4/1000 en participantes de 65-70 años a 288,0/1000 en los mayores de 90 años. Durante el seguimiento, 992 participantes murieron. De éstos, 702 no padecían discapacidad en el último
examen antes de su muerte.

*Nota del editor: trago se define como una lata o una botella de cerveza de 350 ml, una copa de vino de 150 ml, una mezcla de vino con refresco o un cóctel o trago de licor fuerte.

Entre los participantes que siguieron sin discapacidad y vivos, 937 fueron vistos por última vez en la etapa 6, 296 en la etapa 5, 293 en la etapa 4, 361 en la etapa 2 y 155 en la etapa 1; no se observaron diferencias en la alimentación, el tabaquismo y el consumo de alcohol entre los participantes vistos en la etapa 6 y los que se perdieron o se eliminaron del seguimiento.

Fue más probable que los participantes que presentaron discapacidad fueran mujeres mayores, solteras y con menor nivel educativo que los participantes sin discapacidad. Eran asimismo físicamente menos activos, consumían menos frutas y verduras, tenían más conductas insalubres y peores características de salud. Globalmente, los que adquirieron discapacidades fueron con menor frecuencia fumadores, pero en esto contribuyeron el sexo y la edad como factores de confusión.

 

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