Por lo tanto, la mayoría de los fármacos desarrollados no fueron probados en la población de pacientes que los utilizarán.
"Hace más de 20 años que las autoridades regulatorias tratan de incluir más adultos mayores en los ensayos clínicos, pero la situación no cambia demasiado", dijo el doctor Antonio Cherubini, geriatra de la Escuela de Medicina de la Universidad de Perugia, Italia.
La insuficiencia cardíaca afecta a más de 5 millones de estadounidenses, según los Institutos Nacionales de Salud. Esto ocurre cuando el corazón no puede bombear sangre por el cuerpo, y los síntomas son fatiga y falta de aire.
El 43 por ciento de los 251 estudios de fallas cardiacas que analizó el equipo de Cherubini excluyó a los adultos mayores sin justificación, según publica Archives of Internal Medicine.
Un cuarto de los estudios evaluados excluyó a los pacientes sólo por la edad, algo que American Geriatrics Society y otras organizaciones trataron de eliminar durante años. Otros ensayos lo hicieron indirectamente al rechazar a los pacientes con varias enfermedades o que tomaban múltiples medicamentos.
Por ejemplo: el 20 por ciento de los estudios excluyó a pacientes que tomaban más de un remedio, lo que representa a más del 75 por ciento de los estadounidenses mayores de 60 años, según un informe reciente de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Estas decisiones pueden tener consecuencias graves. Varios estudios habían demostrado que la ingesta de varias medicinas y tener otras enfermedades modifican los síntomas y la respuesta a los fármacos.
"Los pacientes mayores no son iguales que los pacientes jóvenes", dijo el doctor Nicola Hanania, especialista en pulmón de Baylor College of Medicine, Houston.
"No les estamos haciendo un favor al no estudiar sus problemas -agregó Hanania, que no participó del estudio-. No me gusta usar la palabra ignorados, pero de eso se trata".
La necesidad de contar con más estudios sobre los adultos mayores aumenta con la expectativa de vida. Estudios de población en Estados Unidos proyectan que para el 2030, se duplicará la población de mayores de 65 años y se cuadruplicará la de mayores de 85 años en el país.
"Necesitamos ensayos clínicos diseñados especialmente para los adultos mayores. La ciencia debe adaptarse a ellos", concluyó Cherubini.
FUENTE: Archives of Internal Medicine, online 28 de marzo del 2011.