Por Marina Herrmann / María del Carmen Giampaolo, la médica brutalmente golpeada. Foto: Fernando Massobrio
Durante meses mantuvo en silencio el calvario que vivió el 30 de diciembre a la madrugada, del que todavía padece terribles consecuencias. Aquel día, María del Carmen Giampaolo, médica de 54 años que vive en Lanús, fue a Villa Fiorito a asistir una emergencia médica y quedó en medio de una guerra entre dos bandas narcos que emboscaron la ambulancia, la bajaron a ella de los pelos para que reviviera a un muerto, y luego de decirle las peores cosas, la molieron a golpes de puño y patadas.
Su pesadilla no terminó ese día, sino que comenzó. Un mes después, empezó a sentir un dolor en una de las mamas. Después de varios estudios, le dijeron que se le había roto una prótesis y que tenía un derrame de silicona en el tórax. Giampaolo se queja de que la aseguradora de riesgo del trabajo Provincia ART aún no autorizó la operación, y que lo que quieren es sacarle la prótesis, en lugar de reponerle la que se rompió. "Yo quiero quedar como estaba antes", demandó.
Desde la ART respondieron a LA NACION que no podían dar información del caso sin disponer del número de documento de la damnificada.
Además de las heridas físicas, Carmen está emocionalmente devastada: "Siento el mismo dolor que sentí hace 15 años cuando se murió mi hija, Belén, de seis meses, por muerte súbita. Tengo una sensación de vacío terrible", relató la médica de emergencias de la Municipalidad de Lomas de Zamora.
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