Una búsqueda incansable y dificultosa | 17 JUN 11

El brote de Escherichia Coli en Europa

E. coli: las dificultades para rastrear una bacteria asesina

No fueron los pepinos españoles y tampoco, al parecer, las semillas germinadas. Y dos semanas después de que surgiera el brote de una cepa letal de E. coli, las autoridades alemanas continúan sin saber dónde está la fuente de la infección.

Esto ha puesto de manifiesto las complejidades que se enfrentan para rastrear a un patógeno a través de la cadena alimentaria.

Desde el principio, el dedo acusador ha apuntado a vegetales que se consumen crudos, como pepino, tomate y lechuga, pero hasta ahora ha sido imposible confirmar cómo y dónde comenzó la infección que ha matado a 22 personas y contagiado a más de 2.000 en Europa.

Lo que las autoridades saben hasta ahora es que se trata de un microorganismo que nunca antes había sido identificado, una combinación de dos cepas que ha resultado ser altamente virulenta.

Historial de alimentos

"En un brote como éste, en el que se han visto eventos de infección en distintos lugares, es sumamente difícil localizar la fuente" explica a la BBC el profesor John Coia, microbiólogo clínico de la Universidad de Glasgow y exdirector del Laboratorio Escocés de Referencia de E. coli.

"Porque esto significa que el alimento potencialmente responsable ha estado distribuido en un área geográfica amplia y es necesario analizar el historial de toda una gama de alimentos".

"Y estamos hablando de un período de incubación de hasta dos semanas" explica el experto.

En efecto, desde el momento en que una persona consume un alimento contaminado hasta que comienza a presentar los síntomas de infección, principalmente diarrea, suelen pasar siete días.

Si la infección es leve o moderada la diarrea puede desaparecer en siete días. Pero si se presentan complicaciones puede pasar otra semana más para que la persona sea internada en una clínica.

"Sin duda son momentos de ansiedad y mientras no se sepa de dónde provino este organismo y cómo entró en contacto con nuestra cadena alimentaria tendremos una causa de preocupación"

Prof. Mark Fielder

Es decir, cuando las autoridades se dieron cuenta de que había una infección seria en la comunidad habían pasado ya entre tres y cuatro semanas.

Para entonces, no todos los pacientes internados en el hospital recordaban qué habían comido hacía un mes.

E incluso los que lo recuerdan -que en su mayoría hablan de ensaladas que podían haber contenido tomates, lechuga, pepino y semillas germinadas- es poco probable que puedan decir en detalle dónde habían comprado el producto o de dónde provenía.

Aún así, las autoridades alemanas llevaron a cabo el complejo proceso de entrevistar a los pacientes, visitar restaurantes, supermercados y plantas de procesamiento y granjas para ubicar al microorganismo que podrían haber surgido en el agua, la tierra, los fertilizantes o en muchos otros lugares.

Tal como señala el profesor Coia, "podemos imaginar lo que ha sido llevar a cabo todo el historial de cada alimento y de cada lugar que pudo haber estado implicado en la infección".

"Ha sido una tarea extraordinariamente grande porque después de dos semanas es muy difícil recordar lo que comimos, especialmente si el que tiene que recordar es un paciente gravemente enfermo", agrega.

El domingo las autoridades alemanas nombraron a una planta productora de semillas germinadas en el estado de Baja Sajonia como la fuente más probable de la infección de E- coli.

Pero las pruebas llevadas a cabo mostraron que 23 de las 40 muestras estudiadas eran negativas de E. coli.

Ciencia lenta

Se nombró como posible responsable a una granja de semillas germinadas.

Los expertos afirman, sin embargo, que no sorprende que dos semanas después de que se dio a conocer la enfermedad, no se ha encontrado la fuente de infección.

El proceso de identificación del origen de una bacteria es tan complejo que quizás nunca llegará a conocerse.

La peor infección de E. coli que ha surgido en el mundo, ocurrida en Japón en 1996, llegó a afectar a cerca de 8.000 personas y aunque se sospechó que los responsables habían sido rábanos contaminados, nunca llegó a confirmarse la fuente de contagio.

"Lo que me sorprende es la rapidez con que las autoridades alemanas nombraron a un responsable, en este caso los pepinos españoles" explica a la BBC el profesor Mark Fielder, experto en microbiología médica de la Universidad de Kingston, Inglaterra.

"Porque en el pasado este tipo de brotes de microorganismos nos han enseñado que puede ser sumamente difícil identificar la fuente de una infección en un periodo corto".

"La microbiología es una ciencia muy lenta en muchos sentidos, así que tenemos que ser muy cautelosos antes de empezar a nombrar fuentes responsables".

Lo cierto, afirma el experto, es que este brote nos ha enseñado que tenemos que ser mucho más cautelosos con los alimentos que consumimos, en particular con los vegetales que se consumen crudos.

"Esto demuestra la importancia de lavar cuidadosamente la fruta y las verduras. Estamos muy bien entrenados en los peligros del consumo y manejo de carne cruda y ahora debemos también entender los peligros del consumo de vegetales crudos".

Mientras no se conozca dónde surgió esta peligrosa bacteria, dice el profesor Fielder, seguirá siendo una situación preocupante para las autoridades.

 

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