Muerte de un familiar

Aspectos destacados:

• Inmediatamente después de la muerte de un ser querido, los demás familiares pueden tener aumento de la frecuencia cardíaca y otras alteraciones del ritmo que pueden aumentar el riesgo de ataque cardíaco e incluso muerte súbita.

• Si bien las alteraciones tienden a desaparecer dentro de los 6 meses, se deben tomar medidas para prevenir estas arritmias, especialmente en personas con enfermedad cardiovascular subyacente.

CHICAGO, Nov. 14, 2010 —

El estudio fue conducido por el Dr. Thomas Buckley, de la University of Sydney Nursing School in Sydney, Australia.

“Algunos deudos, especialmente los que tienen riesgo cardiovascular aumentado, se pueden beneficiar con controles médicos y solicitar asistencia médica ante la aparición de cualquier síntoma cardíaco.”
Los investigadores no pudieron hasta el presente explicar la causa de estos fenómenos ni porqué se disipan con el transcurso del tiempo.

Los investigadores estudiaron a 78 deudos dentro de las dos semanas de fallecido el familiar y al término de 6 meses. Los participantes fueron comparados con un grupo de voluntarios que no tuvieron pérdidas familiares.

Los deudos eran 55 mujeres y 23 hombres con edades entre 33 y 91 años. Los hallazgos fueron los siguientes:

• Los deudos tenían casi dos veces el número de episodios de taquicardia que los controles, durante las primeras semanas después de la muerte del ser querido. Sin embargo, pasadas las 6 semanas los episodios estuvieron por debajo de los controles.

• El promedio de puntuación de depresión entre los deudos fue de 26,3 comparardo con 6,1 del grupo control, según las escalas Centre for Epidemiological Studies – Depression y Spielberger State Anxiety. Esta diferencia declinó después de los 6 meses, pero permaneció casi 3 veces más alta entre los controles.

•  El promedio de puntuación de ansiedad fue 46,7 en el grupo de deudos y 28,8 en el grupo control. Después de los 6 meses la puntuación bajó a 37,2 en el grupo de deudos y sufrió un mínimo aumento en el grupo control.
“Si bien los hallazgos no establecen causalidad, constituyen desencadenantes de episodios cardiovasculares y requieren futuras investigaciones”, dijo Buckley.