Prevención cardiovascular | 20 DIC 10

Con el fin de año, más gente se ocupa de cuidar su corazón

Las consultas se duplicaron en tres meses Los expertos dicen que es un momento crítico por el estrés y las emociones. También incidieron los episodios cardíacos recientes que sufrieron personas públicas.

Por Gisele Sousa Dias

Para la mayoría de los que ya superamos la mágica ilusión de la llegada de Papá Noel, las Fiestas significan varios días agobiantes de limpieza, compras a las corridas, cocina multitudinaria y transpiración; un rejunte de parientes que por alguna razón no frecuentamos durante el resto del año, y el conventillo alrededor de quién se fue a pasar las Fiestas con otro, qué cocinó, si se levantó a lavar los platos, qué trajo de regalo. Eso, sin contar el hueco que deja el que ya no está.

La tristeza, el enojo y el estrés gatillan con tanta precisión que durante las Fiestas se produce un pico de muertes por episodios cardíacos.

Este aumento, sumado a las muertes de Romina Yan y Néstor Kirchner, hicieron que durante los últimos tres meses del año se duplicaran las consultas en dos de los principales centros cardiológicos porteños.

No hay otro momento del año en donde estos picos se vean con tanta claridad.

Este aumento sólo aparece ante eventos tan estresantes como un terremoto, crisis económicas o partidos de fútbol decisivos”, señaló Alberto Alves de Lima, subjefe de Cardiología del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA). Si bien en Argentina no existen estadísticas, una investigación hecha durante 28 años entre 53 millones de certificados de defunción en EE.UU. mostró que la mortalidad por eventos cardíacos aumenta un 4,6% durante Navidad y Año Nuevo.

Más allá de las diferencias culturales y climáticas, en nuestro país la tendencia se refleja. “No sólo aumenta la mortalidad por eventos cardiovasculares sino también las internaciones por arritmias y anginas de pecho; esta última puede ser un síntoma de infarto agudo de miocardio”, agregó el doctor Carlos Rodríguez Correa, director del Centro de Vida de la Fundación Favaloro.

Las razones son un combo entre tres factores . “Por un lado la postergación, porque muchos deciden consultar al otro día para no arruinar la reunión. Por otro, los excesos: pensemos que en una comida navideña se pueden llegar a ingerir 9.000 calorías. Por último, las emociones: con las Fiestas aparecen las evaluaciones de lo que se logró y de lo que no, y el recuerdo de quienes ya no están”, agrega Alves de Lima. Y en lo emocional está la clave: “Entre el corazón y el cerebro, hay un vínculo muy sólido.

 

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