Adicciones a las nuevas tecnologías | 02 ABR 08

¿No duermes por ver Internet? Ve al médico

El uso compulsivo de la Red ya se trata en algunas clínicas y centros de desintoxicación - Los expertos discrepan sobre si es una enfermedad en sí misma o el reflejo de otras patologías.
MARÍA R. SAHUQUILLO
 
EL PAÍS 

Si lo primero que hace nada más levantarse por la mañana es encender el ordenador y conectarse a Internet, revisa su correo electrónico cada cinco minutos o pasa más de 30 horas semanales -fuera del uso laboral- enganchado a la Red, tiene usted un problema. Algunos le definirían como un "adicto a Internet". Otros aseguran que este trastorno no existe, y hablan de un uso "excesivo" o "abusivo" de la Red. ¿Adictos?, ¿simples fanáticos de Internet? Mientras el debate entre psiquiatras y expertos en nuevas tecnologías se acalora, algunos ayuntamientos han incluido la Red en sus planes de adicciones. Además, algunas clínicas ya tratan a pacientes de esta "adicción no química". Un problema que, dependencia o no, puede condicionar la vida. Pero ¿existe la adicción a la Red?, ¿es una enfermedad? La respuesta es complicada. Decenas de estudios lo desmienten. Otros tantos disertan sobre un fenómeno que, dicen, ha aumentado en los últimos años. Alrededor del 5% de casos que trata Proyecto Hombre son por dependencia de Internet y nuevas tecnologías, según esta asociación que atiende a unas 13.000 personas al año. A pesar de ello, esta adicción no figura en el DSM-IV, el manual más utilizado en todo el mundo para el diagnóstico de desórdenes mentales, editado por la Asociación Americana de Psiquiatría. "Tampoco la Asociación Americana de Psicología la acepta", dice Helena Matute, catedrática de Psicología de la Universidad de Deusto.

Una "dependencia" que Iván P. dice que ha tenido. Este andaluz de 32 años pasaba unas 10 horas al día en Internet. "Chateaba, me tiraba siglos en juegos en Red, descargándome música, navegando... pero sobre todo comprando", cuenta. Llegó a dejar de dormir por estar más tiempo en línea. Lo que empezó como un hobby terminó como un problema. Su pasión le llevó a aislarse del mundo y a buscar otro tras la pantalla del ordenador. Un universo paralelo habitado por bits. "Me encantaban los videojuegos y contactar con otros internautas como yo", cuenta. Si no podía conectarse se ponía irascible e incluso se encontraba mal.

Iván fue tratado hace año y medio por un problema de "adicción a Internet" en la clínica Capistrano de Mallorca. Estuvo internado cuatro meses. Pasó por varios talleres de terapia ocupacional para aprender a dedicar su tiempo a otras cosas que no fuesen la Red. También por terapias, individuales y de grupo "para aprender a comunicarse cara a cara y no a través del ordenador", explica Vázquez Roel.

Pero el caso de Iván no es el único. Capistrano ha atendido a decenas de casos como el suyo en los últimos cinco años. "La adicción a Internet es una dependencia no química que, muchas veces, está asociada a otro tipo de hábitos. Adicción al alcohol, la cocaína...", asegura el doctor José María Vázquez-Roel, director del centro.

Páginas de sexo, chats o juegos en la Red. Aparte del medio en sí mismo, hay contenidos "especialmente adictivos", según el director de la clínica Capistrano. "Muchos videojuegos online en los que la violencia está continuamente presente, por ejemplo, son peligrosos. Sobre todo para los jóvenes", asegura.

Pero, según este profesional, toda la población corre el riesgo de "engancharse". Hace un año y medio su clínica hizo un estudio sobre el "riesgo de la ludopatía" y el "uso problemático de Internet" en las islas Baleares. Entrevistaron a más de 800 personas y llegaron a la conclusión de que el 8% de la población de esta comunidad, sufría dependencia o adicción a Internet. Una cifra que para el director del centro mallorquín es "una radiografía" de lo que ocurre en el resto de España.

Sin embargo, no todos están de acuerdo. "Internet, como tal, no es adictivo. No tiene nada que ver con las drogas, que siempre hacen daño. La Red, no. Cada vez más gente usa Internet a diario y sin embargo, no se engancha. Las drogas sí son adictivas", reivindica Helena Matute. "El uso excesivo de Internet puede ser un comportamiento compulsivo, pero no tiene que ver con el tiempo que se utiliza la Red", matiza.

¿Pasar el día en Internet es una adicción o una forma de vida? Lo primero que hace Ana R. al llegar a casa es conectarse a Internet. Con un ojo en la televisión o en las tareas y otro en el Messenger, pasa horas hablando con amigos a los que, la mayoría de las veces, ha visto hace unas horas. A sus 19 años declara que quedarse sin conexión a la Red es "de las peores cosas" que le puede pasar.

El caso de Ana es común a muchos jóvenes. Sienten la necesidad de estar permanentemente comunicados y, para ellos, la manera más fácil y barata es Internet. "Si no me conecto me da la impresión de que me estoy perdiendo algo", cuenta. En la Red tienen su universo particular, casi siempre calcado al terrenal.

Y como en la vida real, aunque parezca curioso, uno de los lugares donde más se habla de adicción a Internet es en la propia Red. No sin motivo. En el ciberespacio circula la anécdota de que la primera vez que apareció el término "adicción a Internet" fue en un correo electrónico que, en 1995, el doctor Ivan Goldberg envió a varios de sus contactos de un foro de profesionales de salud mental. Un mensaje que, para muchos, fue una broma mal interpretada y que no tardó en dar la vuelta al mundo. "Goldberg afirmaba irónicamente haber descubierto un nuevo síndrome, el síndrome de adicción a Internet, y proponía crear el primer grupo de ciberadictos anónimos, casi nada", dice Matute en La adicción a Internet no existe.

Un ingrediente más para añadir al controvertido concepto de dependencia de Internet. Su origen. "Técnicamente la adicción a la Red no existe. Lo que genera adicción no es Internet sino los distintos entornos que lo conforman, y esto con la web 2.0, caracterizada por la participación del usuario, y los entornos sociales, se complica", asegura el psicólogo uruguayo experto en nuevas tecnologías Roberto Balaguer. Así, Internet no es más que el medio por el que un ludópata puede tener acceso a millones de juegos sin pasar por el casino. Lo mismo pasa con páginas porno o compras. El rizo se enreda, por tanto, mucho más: la adicción al medio no existe, según Balaguer, pero sí a lo que se obtiene con él. Esa diferencia es similar a la de otros expertos, que aseguran que es vital distinguir a los adictos en la Red de los adictos a Internet.

Polémico o no, éste es un fenómeno muy estudiado. La psiquiatra Kimberly Young, de la Universidad St. Bonaventure (EE UU), lo analiza desde 1998. Young, que habla de "síndrome de adicció
 

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