Existen otras enfermedades que pueden generar dolor y discapacidad en la población geriátrica, mismas que tienen menor prevalencia, pero no por ello son menos importantes. Algunas de ellas son la artritis reumatoide, miopatías o polimialgia reumática, esta última con una frecuencia extraordinariamente baja en nuestra población mestiza.14
El tratamiento, que fundamentalmente se basa en el manejo del dolor, no dista de lo utilizado en cualquier otro grupo etario, no obstante, en la población geriátrica adicionalmente se deben considerar aspectos como la protección gástrica, interacciones medicamentosas, estados de comorbilidad y el enfoque de rehabilitación. Dicho enfoque consiste en estimular la realización de ejercicio de bajo impacto –principalmente de estiramiento y fortalecimiento muscular, como la caminata, natación, yoga- y el uso de instrumentos de apoyo, como bastones, andaderas, silla de ruedas.
Resulta muy importante mencionar que el médico tratante de este tipo de padecimientos en tal etapa de la vida debe tomar en cuenta el enorme riesgo que tienen los pacientes
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