Realidad dramática | 21 SEP 05

Mueren 1000 chicos por año por cardiopatías que se pueden tratar

Con la crisis de 2001, las prácticas en los hospitales públicos se atrasaron 10 años

Cada año, en la Argentina mueren 1000 chicos con enfermedades congénitas del corazón debido a que dentro del año de vida no pueden acceder a la intervención quirúrgica que les salvaría la vida en el 95% de los casos.

"En el país se debería operar a 3000 chicos por año, pero se operan 2000 porque la oferta en los hospitales públicos de alta complejidad es menor que la demanda. A causa de esto, 1000 chicos mueren en el país porque no acceden al tratamiento, cuando se podría evitar. Esta es la realidad", afirmó a LA NACION el doctor Horacio Capelli, jefe de Cardiología del Hospital Garrahan.

De 7000 bebes que nacen, dos de cada tres sufren alguna malformación cardíaca congénita y necesitan cirugía; la mitad de ellos, dentro del primer año de vida. Es por esto que, junto con el doctor Guillermo Kreutzer, ex jefe de Cirugía Cardiovascular del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, Capelli insistió en denunciar una realidad que desde hace cuatro años no encuentra solución.


A partir de 2001


A fines de 2001, la atención cardiovascular infantil parece haber cambiado instantáneamente en los hospitales públicos. "De usar dispositivos, insumos y equipamiento importados, pasamos a no poder reponerlos. Las prácticas con dispositivos modernos, que permitían tratar defectos simples por medio del cateterismo, se derrumbaron como el presupuesto, que se redujo a un tercio en pesos –señaló Capelli–. Muchos de los chicos programados en el Garrahan tuvieron que ingresar en listas de espera quirúrgicas y tuvimos que volver a usar un procedimiento que es correcto, como la apertura del tórax, pero más cruento e invasivo. Es ese sentido, sentimos el impacto: tuvimos que cambiar un crecimiento que veníamos construyendo para volver a las prácticas de los años 80."

Según el doctor Horacio Faella, jefe de Hemodinamia del Garrahan, la crisis de 2001 "fue un retroceso para la cardiología infantil en la disponibilidad de medios". Hoy, puso como ejemplo, en muchos centros de salud "no se reparan los problemas de comunicación interauricular, la segunda de las afecciones más frecuentes de las cardiopatías congénitas, que se puede hacer por la ingle, con 24 horas de internación y sin cicatriz, porque el dispositivo necesario es muy caro".

Esos chicos se derivan a cirugía. "Esto, sólo, ya es un atraso terrible –dijo Faella–. El problema es serio: en los hospitales públicos la demora quirúrgica es de un año y p

 

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