Epidemiología de las cardiopatías congénitas

Si se considera que el SC-HNEP es único en la provincia y que a él acude la gran mayoría de los niños con supuestas enfermedades cardíacas, que las cifras de nacimientos abarcan a todos los establecimientos hospitalarios de la provincia pero no a los nacimientos no institucionales 9 y que es imposible determinar con exactitud el número de recién nacidos con CC, la incidencia (5,8 por mil nacidos vivos) de cardiopatías congénitas en Santiago del Estero resultó dentro del rango de las cifras reconocidas universalmente. (5 - 8) Sin embargo es llamativa la disminución de la frecuencia a cerca de la mitad entre el principio y el final del período sin causas aparentes, aunque debería pensarse que este hecho no obedeció a una disminución real de la ocurrencia de CC sino que probablemente se debió a una limitación de la accesibilidad a la consulta especializada.

Por otro lado, el análisis de la frecuencia relativa de las cardiopatías congénitas reveló que las más comunes y simples -CIV, DAP, CIA, EP, estenosis aórtica (EA) (la frecuencia de DAP y CIA resultó algo mayor) - se presentan en una proporción similar a las referidas en otras series, 5-8 pero las cardiopatías que se manifiestan en los primeros meses de vida y que son más complejas, como TGA, CoAo, TF, atresia pulmonar con septum íntegro (APSI), atresia tricuspídea (AT), tronco arterioso, anomalía total del retorno venoso pulmonar (ATR VP), fueron menos frecuentes; probablemente se debió a la dificultad para acceder oportunamente a la consulta especializada de los niños que nacen en el interior de la provincia, que representaron poco más de un tercio de los pacientes incluidos.

Esta razón podría explicar también la ausencia de niños con síndrome de hipoplasia de corazón izquierdo en esta serie. Alrededor de la mitad de los pacientes, a quienes se les realizó el diagnóstico y se les indicó el tratamiento, no regresaron a los controles, por lo cual se desconoce su evolución. La mayoría de ellos tenían cardiopatías simples (CIV, DAP, CIA, EP), cuya resolución implica un pronóstico excelente y una calidad de vida futura cercana a la normalidad. Podría pensarse que la distancia fue un factor limitante en este aspecto; sin embargo el 40% de estos pacientes provenían de las ciudades de Capital y La Banda. Es posible que el temor y la inseguridad de los padres ante los riesgos de los tratamientos invasivos planteados en ciertas oportunidades haya incidido en su decisión de abandonar los controles. Sólo cuatro pacientes que fueron derivados regresaron para referir que desistieron del tratamiento ofrecido.

Casi un tercio de los niños fueron derivados a centros de mayor complejidad en las ciudades de Bu