Los hijos de padres mayores de 40 años corren un riesgo tres veces mayor que los de padres en la veintena, de desarrollar esquizofrenia, y un riesgo más de cinco veces mayor de presentar autismo, según un estudio que contó con la participación de la Dra. Dolores Malaspina, directora del Departamento de Neurobiología Clínica del New York State Psychiatric Institute (Estados Unidos).
En concreto, la Dra. Malaspina presentó en España los datos de un estudio desarrollado en Jerusalén (Israel), en colaboración con las autoridades sanitarias de ese país, en el que se realizó el seguimiento durante varios años, de una cohorte de 100.000 recién nacidos, de los que unos 800 desarrollaron esquizofrenia.
Los resultados de este trabajo, en el que se observaron las visitas al psiquiatra de cada uno de los participantes, demostraron que el riesgo de desarrollar enfermedades mentales "se incrementaba con la edad del padre". "En concreto, el 2% de los nacidos de padres mayores sufrían algún tipo de enfermedad psiquiátrica", aseguró la experta.
"Los riesgos de que un niño desarrollara esquizofrenia a lo largo de su vida han estado siempre muy asociados a la edad de la madre, pero nunca se analizó la posible influencia de la edad del padre en la aparición de este trastorno. Ahora sabemos que la edad del padre es el principal factor de riesgo para esta enfermedad", declaró.
El estudio desarrollado en Israel no es el único que ha llegado a esta conclusión, hasta 12 trabajos realizados en países como Estados Unidos, Escandinavia o Reino Unido, con planteamientos adaptados a las posibilidades de seguimiento de los pacientes, avalan el descubrimiento. "A pesar de ser un estudio difícil de realizar, no sólo porque hay que llevar a cabo un seguimiento completo y aislar la edad del padre de otros factores, los resultados son los mismos", recalcó.
Confirmada la tendencia, ahora la Dra. Malaspina trabaja en colaboración con los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos para averiguar qué problema de los genes paternos se esconde tras esta situación. "Estamos pidiendo a las personas de la cohorte estudiada en Estados Unidos que acuden al psiquiatra, que colaboren con nuestro estudio donando su material genético y buscando después una muestra del de sus padres", explicó la experta.
"También estamos haciendo estas pruebas con ratones de madres con la misma edad, algunos con padres jóvenes y otros con padres más mayores, para observar la situación de los hijos", apuntó la investigadora, que espera tener resultados en tres años.
"Pensamos que uno de cada cuatro individuos con esquizofrenia podría tener algún problema genético relacionado con la edad del padre. En este sentido, barajamos dos teorías: que la enfermedad se deba a errores en el ADN del progenitor, por las múltiples divisiones celulares a lo largo de su vida, o que la fuente de la enfermedad sea un cambio epigenético que modifique la expresión o el silenciamiento de determinados genes en la nueva generación", explicó.
"La expresión de una centena de genes o más en los recién nacidos depende de si estos genes (denominados imprintados) vienen de la madre o del padre, es decir, si fueron predominantes los de un progenitor u otro. Esta posible explicación plantea que, a causa de la edad, los genes que vienen del padre podrían estar programados de forma incorrecta y por ello no expresarse", concluyó.