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/ Publicado el 20 de julio de 2010

Otras cuasas de disnea

El asma estaría mal diagnosticado en algunos adultos obesos

El asma debería identificarse a partir de los síntomas y el test pulmonar subutilizados.

Fuente: Medlineplus

Por Amy Norton

NUEVA YORK (Reuters Health) - Algunos adultos obesos tendrían riesgo a desarrollar problemas respiratorios mal diagnosticados como asma, según un nuevo estudio.

Los investigadores hallaron que, entre casi 500 adultos en Canadá que informaron un diagnóstico clínico de asma, las pruebas de la función pulmonar determinaron la enfermedad en sólo 150, es decir, el 30 por ciento.

Tras considerar los factores de riesgo que habían llevado a este error, la obesidad no tenía un papel evidente.

Sin embargo, entre los pacientes que habían consultado de emergencia por alguna dificultad respiratoria el año anterior, las mujeres y los hombres obesos eran cuatro veces más propensos que aquellos con peso normal a recibir un diagnóstico equivocado de asma.

El estudio, publicado en Chest, no pudo determinar los motivos de esos errores diagnósticos ni del aumento del riesgo en los obesos que consultaron de emergencia.

Estudios previos habían señalado que la espirometría (test estandarizado de función pulmonar) no se utiliza tanto como se debería para detectar el asma, indicó Smita Pakhale, del Ottawa Hospital, en Ontario, Canadá.

El asma debería identificarse a partir de los síntomas y el test pulmonar, cuya subutilización podría influir en los errores diagnósticos en este estudio, indicó Pakhale a Reuters Health como hipótesis.

También destacó que los adultos obesos tienen alto riesgo de sufrir varias enfermedades con síntomas similares a los del asma, como la disnea o las molestias en el tórax. Esos trastornos incluyen la mala aptitud física, el reflujo ácido y la enfermedad cardíaca.

Pakhale dijo que las personas que reciben un diagnóstico de asma luego de una consulta de emergencia deberían iniciar un seguimiento clínico con su médico de cabecera.

El estudio incluyó a 496 adultos elegidos al azar en ocho ciudades de Canadá a los que un médico les había diagnosticado asma. La mitad de los participantes eran obesos.

Los test de función pulmonar confirmaron la enfermedad en el 70 por ciento. El 14 por ciento de los pacientes obesos y el 15 por ciento de los que tenían un peso normal habían realizado consultas de emergencias durante el último año por problemas respiratorios.

El 21 por ciento de los participantes obesos, que finalmente no tenían asma, habían consultado a un médico para recibir tratamiento urgente de los síntomas respiratorios el último año. Lo mismo ocurrió en el 10 por ciento de los hombres y mujeres con peso normal.

Tras considerar otros factores, como el nivel socioeconómico, los pacientes obesos que necesitaron atención de emergencia eran cuatro veces más propensos que los participantes con peso normal a haber recibido un diagnóstico erróneo de asma.

El equipo identificó también la importancia del tiempo transcurrido desde el diagnóstico: los participantes que habían recibido la noticia en los últimos años eran más propensos a haber sido víctimas de un error que aquellos que se habían enterado hacía "muchos" años que eran asmáticos.

FUENTE: Chest, junio del 2010.