Algunas personas creen erróneamente que la tuberculosis, como la poliomielitis, es una enfermedad controlada. La tuberculosis es tan vieja como la humanidad misma. Es producida por dos gérmenes principalmente, conocidos como micobacterias, una presente en el humano y la otra que afecta también al ganado vacuno (Mycobacterium tuberculosis y Mycobacterium Bovis). Cierto también es que hay gérmenes atípicos poco comunes que producen la enfermedad.
La contaminación de un humano a otro es a través del aerosol que se produce por la tos y secreciones emitidas del aparato respiratorio, y para poder contaminarse el humano coexisten varias condiciones que tienen que ser necesarias y suficientes, como son: tener contacto con un enfermo de 6 a 8 horas diarias por un tiempo mínimo de 6 meses, disminución de más de 10 Kg. de peso en poco tiempo, estar tomando medicamentos inmunosupresores que se utilizan en el tratamiento de cáncer, transplantes, padecer enfermedades autoinmunes, Diabetes Mellitus o simplemente ser portador de SIDA o VIH positivo. En el organismo ataca principalmente al pulmón en un 80% y el otro 20% se detecta en cerebro, riñones, hueso, intestinos, piel y otros. Los grupos más vulnerables por edad son los menores de 5 años y las personas de más de 60 años y de estado socioeconómico bajo. En la ciudad de Torreón tenemos alrededor de 150 casos por año, según los últimos 5 años, con una tasa de 16.44 por cada 100 000 habitantes. (En Torreón existen alrededor de 600 000 habitantes).
El diagnóstico prácticamente se sigue haciendo con baciloscopía (ver el germen con microscopio con una tintura especial) en la secreción bronquial matutina (flemas) y actualmente con cultivo especial para el bacilo tuberculoso, y claro, la sintomatología, como la disminución gradual de peso, tos persistente con expectoración (flemas) que puede ser sanguinolenta, e inclusive hemorrágica masiva (más de un cuarto de litro en 24 horas), malestar general y fiebre vespertina, y diversos grados de dificultad respiratoria. Los tratamientos están basados en la toma autoadministrada o supervisada estrictamente por personal de salud calificado, de 4 o más medicamentos antituberculosos y en casos especiales se hacen necesarias resecciones quirúrgicas pulmonares y el uso de 5 o más medicamentos por tiempos más largos, de hasta casi un año. La curación se aproxima al 80%, con un tratamiento de 6 meses, y empieza a ocurrir al segundo mes de tratamiento… y cuando esto no ocurre así, lo más seguro es que el enfermo sea resistente a los medicamentos utilizados, y estos pacientes necesitan tratamientos personalizados y supervisados por médicos internistas, neumólogos e infectólogos. La mortalidad es de 3.6 por 100 000 habitantes en adultos mayores de 45 años. En niños menores de 5 años es 8.2 por cada 100 000 habitantes. Para el estado de Coahuila y en Torreón Coah., específicamente, correspondería una mortalidad de 8 a 10%.
Así pues, como podemos ver los datos vertidos en el anterior escrito, la tuberculosis tanto en su presentación pulmonar como extrapulmonar, es un grave problema de salud pública, donde intervienen factores como la pandemia mundial del VIH, SIDA, las migraciones de las poblaciones pobres a las ricas, la falta de infraestructura de las instituciones de salud, la resitencia bacteriana a los antituberculosos y por supuesto, aunado a esto, la pobreza de la gran mayoría de los mexicanos, y aunque se diga otra cosa, esta enfermedad sigue siendo hija de la pobreza, con todas sus consecuencias socioeconómicas, que esta misma va acompañada, para un país en vías de desarrollo. Hay que recordar que un tercio de la población mundial está infectada, por eso los métodos de detección temprana y prevención son indispensables en todo paciente tosedor crónico.
Agradecemos la colaboración del Dr. Carlos Gerardo Esquivel Molina, MC. sinrez@yahoo.com.mx