Los hijos en edad preescolar de mujeres que consumieron pescado con bajo contenido de mercurio de manera regular durante el embarazo parecen tener una mente más aguda que el resto de los niños, según publica el “American Journal of Epidemiology”.
Los investigadores hallaron que, entre 341 niños de 3 años, los hijos de aquellas mujeres que consumieron pescado más de dos veces por semana durante el embarazo obtenían mejores resultados en pruebas de desarrollo verbal, visual y motriz. Sin embargo, los resultados fueron menores entre los hijos de las mujeres con niveles de mercurio en sangre relativamente altos durante la gestación. Y las madres que consumieron pescado regularmente durante el embarazo eran más propensas a tener mercurio en sangre que las no consumidoras.
Estos resultados se suman a la evidencia disponible sobre los beneficios del pescado para el cerebro, pero destacan la importancia de elegir aquellos reducidos en mercurio durante el embarazo.
Para este estudio, el equipo de investigadores, dirigidos por la Dra. Emily Oken, de la Harvard Medical School (Estados Unidos), reunió muestras de sangre de 341 mujeres durante su segundo trimestre de embarazo y les preguntó la frecuencia con la que comían distintos alimentos, incluido el pescado.
Cuando los niños tenían 3 años, los investigadores les realizaron pruebas estándar de vocabulario, habilidades visuales-espaciales y coordinación motriz fina de manos y dedos. Los hijos de mujeres que habían comido pescados más de dos veces por semana lograron resultados más altos.
Pero los hijos de mujeres que tenían niveles altos de mercurio rindieron peor en las pruebas que los niños de mujeres con niveles más bajos.
Sólo el 2% de las mujeres que nunca habían comido pescado durante el embarazo tenían niveles de mercurio en sangre tan altos, comparado con el 23% de las que habían consumido pescado más de dos veces por semana.
Los pescados ricos en omega 3, pero relativamente pobres en mercurio, incluyen el atún enlatado de bajas calorías, que posee menos mercurio que el atún blanco, y los pescados grasos más pequeños, como el salmón.
Los de carne blanca, como el abadejo, suelen tener menos contenido de mercurio, pero también menos omega 3 que los pescados más grasos.