La red de 500 bancos de sangre que en nuestro país recolectan sangre para transfusiones está completamente desconectada, lo que se advierte rápidamente si se desea donar sangre de manera voluntaria y altruista. Así, sería necesario recorrer hospital por hospital para que el sistema de donación vigente "conozca" la existencia de alguien dispuesto a ayudar a otros.
"Con esta estructura atomizada de bancos de sangre en el país (300 en el ámbito público y 200 en el privado) es imposible que todos contemos con elementos para poder favorecer la convocatoria y la donación de los voluntarios habituales", admitió la coordinadora del Plan Nacional de Sangre, doctora Mabel Maschio.
Evidentemente, agregó, "uno de los grandes problemas es la falta información completa y anual de los bancos de sangre tanto públicos como privados, lo que es esencial para poder corregir los problemas".
Hoy, el más importante de esos "problemas", según reclaman desde hace años los profesionales que se ocupan de recolectar la sangre, es que la donación sea de reposición -el paciente debe aportar cierta cantidad de donantes- y no de repetición. En este último caso, si un 2% de los mayores de 18 años donara sangre de manera altruista dos veces por año se reuniría una cantidad suficiente para abastecer de manera segura la demanda de sangre y de sus derivados.
Para la Asociación Argentina de Hemoterapia e Inmunohematología (AAHI), a pesar de que la sangre donada se controla para prevenir la transmisión de infecciones, "da vergüenza" la organización del sistema vigente.
El doctor Gustavo Milone, jefe del Servicio de Medicina Transfusional de la Fundación para Combatir la Leucemia (Fundaleu), sostuvo: "La población argentina es muy solidaria, pero falta que alguien coordine y canalice ese conjunto de voluntades, y genere más conciencia: si se le pregunta a cualquiera dónde se dona y cuántas veces se puede hacer, sabe que donar sangre es importante, pero ignora cómo materializar su voluntad y carece del hábito de hacerlo".
Y esa coordinación, para Milone, es "misión del Estado". "Garantizar la disponibilidad de sangre es una función primaria del Estado como lo es velar por la salud de la población -insistió-. El Estado debe hacerse cargo y ser partícipe de la difusión, la coordinación y el desarrollo de la donación voluntaria de sangre."
Está demostrado que el donante más seguro es aquél que dos veces por año concurre a un banco de sangre de manera altruista y anónima. "Quien está obligado a donar para ayudar a un familiar o a un amigo puede disimular y no confesar si tiene algún factor de riesgo que le impida donar, con lo cual estamos trabajando con sangre más insegura que en la donación altruista, habitual y repetida", afirmó el doctor Luis Carreras Vescio, presidente de la AAHI.
En el país, menos de 40.000 personas donan sangre de manera voluntaria, el resto son donantes de reposición. De los 429.697 que se presentaron a donar en 2006, 354.666 pasaron la selección para la extracción. "Necesitamos 800.000 donantes voluntarios para asegurar la disponibilidad de sangre -reconoció Maschi-. Es una cantidad que sin duda podemos encontrar en nuestra población."
Según la Organización Mundial de la Salud, si el 3 al 5% de la población dona sangre una o dos veces al año están cubiertas las necesidades de la población. Cada año, precisa Fundaleu, se realizan 1.500.000 transfusiones en nuestro país. Además, 9 de cada 10 argentinos necesitaremos en algún momento de nuestra vida sangre para nosotros, un familiar o un amigo.
Atrasadísimos
"Estamos atrasadísimos en la donación de sangre. En casi todo el mundo ya se hizo la transformación del sistema de reposición al voluntario", indicó Carreras Vescio.
Para la AAHI, la calidad del donante quedó postergada. "Funcionamos de la manera más fácil y desorganizada: les pedimos a los pacientes que se consigan sus propios donantes", agregó Carreras Vescio.
"Los que trabajamos en la promoción de la donación de sangre en el país estamos convencidos de que hay que cambiar la cultura de la donación de reposición por la del donante voluntario y altruista", resumió el doctor Fabián Romano, coordinador del Comité para la Promoción de la Donación Altruísta y Repetida de la AAHI.
Justamente, el Consejo Publicitario Argentino acaba de lanzar una campaña ( www.dale.org.ar ) para promocionar la donación voluntaria que reúne a especialistas, las ONG y el Plan Nacional de Sangre, cuyo objetivo es precisamente "declarar del más alto interés sanitario y social la donación de sangre gratuita, voluntaria y repetida", según precisa el Ministerio de Salud.
"Es muy difícil que voluntades aisladas puedan ordenar esto. Se necesita gente, coordinación y dinero para establecer una red nacional de donación de sangre y difundir información a la población. El único que tiene llegada a todo esto es el Estado y hasta que no lo haga, no se logrará nada", finalizó Milone.
Por Fabiola Czubaj
De la Redacción de LA NACION