Cada año se registran más de 3,2 millones de mortinatos en todo el mundo, según un nuevo estudio que incluye datos de 103 países en todas las regiones del planeta, según informa “The Lancet”.
Investigadores de los Estados Unidos y Sudáfrica también apuntan que los bajos datos sobre mortinatos siguen siendo un importante problema, y los países donde el riesgo de tener un mortinato es más alto tienen los datos menos útiles y más poco actualizados. Por tanto, el número real podría alcanzar los 4,1 millones anuales.
Los índices variaron de 5por cada 1.000 nacimientos en los países ricos a 32 por cada 1.000 en el sur de Asia y el África Subsahariana. Egipto es un ejemplo de un país de bajos ingresos que tiene evidencia confiable sobre el declive de los índices de mortinatos, lo que está estrechamente relacionado con un declive en la mortalidad materna, apuntó el estudio.
"Un mejor recuento no se refiere sólo a una mejor epidemiología. Las muertes de la mayoría de estos niños son evitables. En el siglo XXI invertimos en detallar el genoma humano, pero no podemos ni siquiera contar aproximadamente este inmenso número de niños nacidos muertos. Nos preguntamos si los mortinatos importan", aseguran los autores.
Los investigadores aseguraron que se necesita más urgencia si se desea alcanzar el Objetivo de Desarrollo del Milenio 4 para la supervivencia infantil para 2015. Enfatizan cuatro puntos imprescindibles para lograrlo:
-Los gobiernos y sus asociados deben trabajar juntos para desarrollar planes de acción nacionales en todos los países con una alta mortalidad para finales de 2007, con una estrategia general sobre cómo los gobiernos planean reducir las muertes de recién nacidos.
-Una mejor integración de la salud de los recién nacidos con otros programas relevantes, como la salud materna e infantil.
-Un compromiso y liderazgo gubernamental para asegurar que los planes se transformen en acciones, con el apoyo de socios internacionales.
-Que los donantes y los gobiernos nacionales inviertan estratégicamente en la atención materna, neonatal e infantil, como base para el desarrollo y el logro de los objetivos
Lancet 2006;DOI:10.1016/S0140-6736(06)68586-3