Las mujeres tratadas con radioterapia a causa de cáncer de mama durante la década de 1980 tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedad cardíaca, según publican en “Journal of the National Cancer Institute” investigadores de Netherlands Cancer Institute, de Amsterdam (Holanda).
Las fumadoras tienen un riesgo especialmente elevado, al igual que las pacientes sometidas a cirugía, radioterapia y quimioterapia para tratar su cáncer mamario. El estudio confirma además que las pacientes tratadas en la década de 1970 tenían un riesgo mayor de sufrir enfermedad cardíaca.
Pero ninguna investigación había determinado de manera decisiva el peligro para las mujeres tratadas en la década de 1980, ya con técnicas mejoradas. El nuevo trabajo no observó a mujeres tratadas después de 1986. Desde entonces, las técnicas radioterápicas se volvieron cada vez más precisas.
El equipo dirigido por la Dra. Maartje Hooning estudió a 4.414 supervivientes de cáncer de mama, con 10 años de supervivencia, tratadas entre 1970 y 1986. Casi un tercio de las mujeres fueron seguidas durante 20 años.
Los investigadores descubrieron un 40% más de riesgo de enfermedad cardíaca en las pacientes tratadas hasta 1980 y un 35% más entre las mujeres sometidas a terapia después de 1980. No obstante, los expertos consideraron que ese 35% no era estadísticamente significativo, lo que implica que sería poco confiable por la falta de información.
Las mujeres que fumaban y que habían sido sometidas a radioterapia tenían el triple de riesgo de padecer ataque cardíaco. Los expertos señalaron que el 10% de las fumadoras continuaron consumiendo cigarrillos después del tratamiento.
"Las pacientes que se sometieron a radioterapia además de quimioterapia adyuvante (ciclofosfamida, metotrexato y fluorouracilo), después de 1979, tenían mayor riesgo de padecer insuficiencia cardíaca congestiva", señalaron los autores.
"La radioterapia como se administró desde la década de 1980 en adelante está asociada con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular", concluyeron los investigadores.
Las mujeres que solamente fueron operadas, pero no recibieron quimioterapia ni radioterapia, poseían menor riesgo de ataque cardíaco que la población femenina general.
Journal of the National Cancer Institute 2007;99:365-375