Reduce los pólipos endometriales

DIU con levonorgestrel protege contra los efectos uterinos del tamoxifeno

Previno durante cinco años la formación de pólipos endometriales.

By Megan and Brooks

NUEVA YORK (Reuters Health) - Un sistema intrauterino liberador de levonorgestrel (LNG-IUS, por su nombre en inglés) previno durante cinco años la formación de pólipos endometriales en mujeres tratadas con tamoxifeno durante un ensayo clínico aleatorizado de Hong Kong.

El resultado reafirma los hallazgos preliminares del primer año del estudio.

Aun así, los autores consideran que todavía queda por comprobar el papel del LNG-IUS en la prevención de la hiperplasia y los adenocarcinomas endometriales, como así también su efecto en el riesgo de sufrir recaídas del cáncer mamario. Los resultados aparecen publicados en Obstetrics & Gynecology.

El sistema LNG-IUS "reduce los pólipos endometriales, pero no podemos hablar de su efecto en otros resultados más importantes, como la hiperplasia o el cáncer endometrial, porque las cifras son muy pequeñas", dijo por e-mail el doctor Wing-Hung Tam, de la Universidad China de Hong Kong y del Hospital Príncipe de Gales, Shatin.

Estudios previos habían demostrado que el 5 al 35 por ciento de las usuarias de tamoxifeno desarrolla pólipos endometriales y el 5 a 16 por ciento, hiperplasia. El tamoxifeno duplica el riesgo de padecer cáncer de endometrio. Aun así, sus beneficios superan sus riesgos en las mujeres con cáncer mamario.

El dispositivo LNG-IUS está aprobado para brindar protección endometrial en las pacientes tratadas con terapia de reemplazo hormonal; se demostró que induce la regresión de la hiperplasia endometrial. Pero aún se desconoce su función profiláctica en las mujeres con cáncer mamario tratadas con tamoxifeno.

En el estudio del equipo de Tam, las mujeres tratadas con tamoxifeno y LNG-IUS como profilaxis registraron una menor incidencia de pólipos endometriales tanto al año como a los cinco años.

El estudio incluyó a 129 mujeres de China con cáncer mamario en estadio inicial que comenzaban a utilizar tamoxifeno como terapia adyuvante. Al azar, se les colocó el dispositivo LNG-IUS (antes de iniciar el fármaco) o no (grupo control). Se evaluó la cavidad uterina con una histeroscopia u se obtuvo una muestra de endometrio antes de iniciar el tratamiento con tamoxifeno y a los 12, 24, 45 y 60 meses.

Noventa y cuatro mujeres completaron los cinco años de estudio (46 en el grupo tratado con el LNG-IUS y 48 en el grupo control). Al inicio del estudio, no existían diferencias estadísticamente significativas de los parámetros antropométricos, el estadio del cáncer de pecho, la terapia adyuvante o la patología endometrial.

Pero los pólipos endometriales fueron menos frecuentes en las usuarias del LNG-IUS que en el grupo control (4,3 versus 32,7 por ciento; HR=0,19; p<0,001).

No se detectó una diferencia significativa entre los grupos en la cantidad de fibroides debajo de la mucosa y que se pudieron detectar recién a los 12 meses en una usuaria del LNG-IUS (1,8 por ciento) y en dos mujeres del grupo control (3,4 por ciento). Tampoco difirió el grosor del endometrio, lo que se determinó mediante el ultrasonido transvaginal. Ninguna participante desarrolló hiperplasia endometrial.

Como mencionan los autores, una revisión de Cochrane en el 2009 también llegó a la conclusión de que el LNG-IUS reduce significativamente la incidencia de los pólipos endometriales en las usuarias de tamoxifeno, pero halló que no existían pruebas claras de que el dispositivo vaya a prevenir la hiperplasia o el adenocarcinoma de endometrio.

En el estudio, donde no surgieron diferencias estadísticamente significativas entre las usuarias del LNG-IUS y el grupo control en la tasa de recurrencia del cáncer mamario (17,2 versus 10 por ciento; p=0,25) y la mortalidad por cáncer (10,3 versus 8,3 por ciento; p=0,71). Pero estos resultados deberían "interpretarse con precaución", aseguran los autores. ¿El dispositivo LNG-IUS es una opción para prevenir las enfermedades endometriales en las usuarias de tamoxifeno? No, según respondió Tam. "Describimos muy claramente los beneficios y los riesgos (en el artículo) -sostuvo-. Existe un riesgo potencial, que sería un leve aumento de la tasa de recurrencia del cáncer de mama." De todos modos, consideró que se necesita un estudio más grande para probarlo.

"Debería ser multicéntrico -insistió-. Hay dos ensayos clínicos publicados hasta ahora. Esto aparece en la revisión de Cochrane. Uno de esos es nuestro."

Los autores no declararon conflictos de interés.

FUENTE: Obstet Gynecol, online abril del 2013