La ambliopía es la causa más común de deterioro visual monocular tanto en niños como en jóvenes y adultos de edad mediana. La oclusión del ojo sano y, menos comúnmente, las gotas de atropina en el ojo sano han sido los principales recursos utilizados para su tratamiento.
Pacientes y métodos
Participaron en el estudio 419 niños menores de siete años con una ambliopía entre 20/40 y 20/100.
Se asignó aleatoriamente a cada paciente ya sea el tratamiento de oclusión o el de atropina, durante seis meses.
Al grupo de pacientes a los que se prescribió la oclusión, se indicó la oclusión del ojo sano durante un mínimo de seis horas diarias hasta tiempo completo a criterio del investigador. Si a los cuatro meses la agudeza del ojo afectado no alcanzaba 20/30 o había mejorado desde el inicio tres o más líneas, se prescribía la oclusión por tiempo completo. A los pacientes que respondían bien al tratamiento se les podía prescribir una oclusión por menor tiempo a criterio del investigador, pero durante por lo menos 7 horas por semana.
En el caso del grupo tratado con atropina, se prescribió una gota diaria de atropina 1% en el ojo sano. En el caso de pacientes que respondían bien al tratamiento la dosis podía reducirse hasta un mínimo de dos veces por semana.
Resultados:
Se notó una mejora en la agudeza visual del ojo ambliope levemente mayor en el grupo tratado mediante oclusión en relación con el grupo tratado con atropina.
El efecto relativo del tratamiento no varió según la edad, causa de la ambliopía o agudeza visual inicial del ojo ambliope. Los pacientes con una agudeza de 20/80 a 20/100, a quienes se les prescribieron diez horas diarias o más de oclusión, mostraron una mejora más rápida en la agudeza visual que los pacientes con menos horas de oclusión o que los tratados con atropina. Pero transcurridos los seis meses las diferencias no fueron significativas.
El efecto relativo del tratamiento fue similar en hombres y mujeres, no varió según la edad ni la raza.
Tampoco hubo variaciones relacionadas con la causa de la ambliopía, fuera esta estrabismo, anisometropía o ambas combinadas.
No existieron diferencias en los casos de pacientes que habían sido tratados por ambliopía o error refractario en el ojo sano.
Conclusiones:
Se observaron efectos benéficos tanto en el tratamiento de oclusión como en el de atropina en niños de 3 a 7 años y con una agudeza visual entre los 20/40 y 20/100. Los pacientes con agudeza entre 20/80 y 20/100 mejoraron más rápidamente cuando se les indicaron más cantidad de horas de oclusión, pero a los seis meses la mejora no guarda relación con la cantidad de horas prescriptas en un principio, ni tampoco es significativamente superior a los tratados con atropina.
Síntesis y traducción: Dr. Martín Mocorrea, editor responsable de Intramed en la especialidad de Oftalmología.