Es el feocromocitoma, un tumor que habitualmente afecta a la glándula suprarrenal En este caso, se encontraba alojado en el corazón de una mujer de 38 años
Un equipo de cirujanos cardiovasculares de General Pico, La Pampa, realizaron anteayer una cirugía aparentemente inédita en el país. Pero no se trata de una técnica quirúrgica innovadora, sino de un caso extremadamente raro: un tumor que habitualmente afecta a la glándula suprarrenal, pero que en este caso estaba localizado en el corazón.
Se trata del llamado feocromocitoma cardíaco, del que, según una revisión bibliográfica sobre el tema realizada por cirujanos franceses, hay sólo 32 casos reportados en todo el mundo.
Quien lo padeció esta vez fue Mónica Sosa, de 38 años, que según los médicos evolucionaba satisfactoriamente. "La paciente está muy bien, cursa un posoperatorio sin complicaciones", dijo a LA NACION el doctor Gustavo Knop, que junto con su colega Roberto Margaria están a cargo del Servicio de Cirugía Cardiovascular de la Clínica Argentina, de General Pico, donde se realizó la intervención.
Knop y Margaria extrajeron el tumor que se encontraba "firmemente" adherido al techo de la aurícula izquierda y la arteria pulmonar superior izquierda. "Fue una cirugía estándar, con corazón parado y circulación extracorpórea", describió Knop, discípulo de René Favaloro.
Consultado por LA NACION, el cirujano cardiovascular Jorge Trainini, del hospital Eva Perón, dijo no conocer casos similares en la Argentina, al mismo tiempo que señaló que "los tumores cardíacos suelen ser extremadamente infrecuentes.
Presión en alza
"El feocromocitoma es un tumor que habitualmente se localiza en la glándula suprarrenal -explicó el doctor Knop-. Una de sus características más importantes es que poseen células productoras de una sustancia llamada noradrenalina, que habitualmente circula por el organismo humano, pero que en estos casos adquiere niveles extremadamente altos."
En exceso, la noradrenalina da lugar a una florida sintomatología. Como la que presentaba Mónica Sosa, de 38 años, antes de ser operada: "Mónica consultó por hipertensión arterial -su presión sistólica era de 220 mm/Hg, cuando no debe superar 120-, que era acompañada por otros síntomas, como crisis de rubor, calor en el cuerpo y en la cara, y extrema ansiedad", relató Knop.
Entonces, continuó el cirujano, distintos estudios por imágenes (tomografías computadas y resonancias magnéticas) revelaron la presencia de algo extraño en la aurícula externa, en contacto con la rama izquierda de la arteria pulmonar. Esa observación puesta en el contexto de los síntomas de Mónica sugirió la necesidad de realizar una medición de noradrenalina en orina. Ese estudio confirmó las sospechas.
Aunque estos tumores no suelen ser malignos, la reducida experiencia médica al respecto indica su extracción para evitar los dañinos efectos del exceso de noradrenalina sobre la salud de los pacientes. Y eso hicieron los cirujanos de General Pico. "Al no haber quedado restos del tumor suponemos que la curación de la paciente será el resultado final", concluyó el doctor Knop.