Un ensayo clínico de fase III, liderado por el Prof. Bryan Williams de la University College London (UCL), reveló que el fármaco baxdrostat logra disminuir significativamente la presión arterial en pacientes con hipertensión resistente, un grupo que no responde adecuadamente a los tratamientos convencionales.
Los resultados, presentados en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC) 2025 y publicados simultáneamente en el New England Journal of Medicine, muestran una reducción promedio de 9-10 mmHg en la presión arterial sistólica tras 12 semanas de tratamiento, un descenso asociado a una menor incidencia de infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y enfermedad renal.
La hipertensión arterial afecta a aproximadamente 1300 millones de personas en el mundo, y en cerca del 50 % de los casos no está controlada o es resistente a los fármacos disponibles. Estos pacientes enfrentan un riesgo elevado de complicaciones graves, como enfermedad cardiovascular, insuficiencia renal y muerte prematura. En el Reino Unido se estima que 14 millones de personas padecen hipertensión, mientras que en países de ingresos bajos y medios, especialmente en Asia, la prevalencia es aún mayor, con 226 millones de casos en China y 199 millones en India.
"Lograr una reducción de casi 10 mmHg en la presión arterial sistólica con baxdrostat es un avance significativo, ya que este nivel de disminución se asocia con una reducción sustancial del riesgo de infarto, accidente cerebrovascular, insuficiencia cardíaca y enfermedad renal", destacó el Prof. Williams durante la presentación de los resultados en el ESC 2025.
El ensayo BaxHTN, realizado en 214 centros médicos con casi 800 participantes, evaluó la eficacia de baxdrostat en dosis de 1 mg o 2 mg diarios, administrado como complemento a la terapia antihipertensiva estándar. Los hallazgos indican que 4 de cada 10 pacientes alcanzaron niveles saludables de presión arterial, en comparación con menos del 20 % en el grupo placebo.
Baxdrostat actúa inhibiendo la producción de aldosterona, la hormona que regula el equilibrio de sodio y agua en los riñones. En algunos pacientes, la sobreproducción de aldosterona provoca retención de líquidos y sodio, lo que eleva la presión arterial y dificulta su control. Este mecanismo ha sido históricamente difícil de abordar con los tratamientos disponibles.
A las 12 semanas, el cambio desde el inicio en la presión arterial sistólica media fue de:
- -14,5 mm Hg (intervalo de confianza [IC] del 95 %, -16,5 a -12,5) con 1 mg de baxdrostat,
- -15,7 mm Hg (IC del 95 %, -17,6 a -13,7) con 2 mg de baxdrostat y
- -5,8 mm Hg (IC del 95 %, -7,9 a -3,8) con placebo.
La diferencia estimada con placebo fue de:
- -8,7 mm Hg (IC del 95 %, -11,5 a -5,8) con 1 mg de baxdrostat y
- -9,8 mm Hg (IC del 95 %, -12,6 a -7,0) con 2 mg de baxdrostat (p<0,001 para ambas comparaciones).
El estudio sugiere que el fármaco podría beneficiar hasta a 500 millones de personas en todo el mundo, incluyendo 10 millones en el Reino Unido, especialmente considerando los nuevos objetivos terapéuticos establecidos en las guías de hipertensión de la ESC 2024, que recomiendan mantener la presión arterial por debajo de 130/80 mmHg
El Prof. Williams subrayó que estos resultados no solo representan un avance en el tratamiento, sino también en la comprensión de las causas de la hipertensión difícil de controlar: "La aldosterona parece desempeñar un papel clave en la hipertensión resistente y baxdrostat ofrece una opción terapéutica efectiva para millones de pacientes que actualmente no logran alcanzar metas óptimas".
Los datos del ensayo muestran que la reducción de la presión arterial se mantuvo hasta 32 semanas, sin efectos adversos inesperados. Esto refuerza el potencial del fármaco como una herramienta segura.