"La osteoporosis es una enfermedad crónica y progresiva que se está convirtiendo en un problema de salud muy grave en todo el mundo. Se caracteriza por la reducción de la masa ósea y por el deterioro del hueso, y puede dar lugar a fracturas que pueden, en el mejor de los casos, ser incapacitantes. De hecho, la osteoporosis puede suponer un grave riesgo para la vida de los pacientes", afirma el Dr. Jean-Yves Reginster, autor principal y director del Centro Colaborador de la OMS para los Aspectos de la Salud Pública en Enfermedades Reumáticas, y catedrático de Epidemiología, Salud Pública y Economía de la Sanidad en la Universidad de Lieja, en Bélgica. "La vitamina D es un componente esencial de las estrategias de tratamiento de la osteoporosis, y este estudio demuestra que, con independencia de los factores geográficos o culturales, la insuficiencia de vitamina D es elevada, y especialmente en el caso de las mujeres posmenopáusicas".
En esta revisión llevada a cabo por la OMS se incluyeron los resultados de recientes estudios epidemiológicos en los que se analizaba la prevalencia de la insuficiencia de vitamina D en diferentes poblaciones, incluyendo a las mujeres posmenopáusicas con osteoporosis y a pacientes con fracturas. En dos de estos estudios -uno de ellos realizado en los Estados Unidos y el otro en 18 países de Europa, Oriente Medio, Hispanoamérica, Asia y la costa oeste del Pacífico- más de la mitad de las mujeres posmenopáusicas con osteoporosis presentaban insuficiencia de vitamina D, con independencia de su edad, localización geográfica o latitud. En otro estudio se reveló que el 97% de los pacientes hospitalizados con una fractura no traumática (por ejemplo, una caída menor), que constituye otro grupo de población de riesgo de padecer osteoporosis, presentaba unos niveles inadecuados de vitamina D.
Esta revisión también confirmó que hay suficientes evidencias para desmentir otra creencia muy común según la cual las mujeres con osteoporosis que viven en las latitudes más cálidas no necesitan preocuparse por la vitamina D, conocida también como "la vitamina del sol". De hecho, en el estudio realizado en 18 países en mujeres posmenopáusicas con osteoporosis la prevalencia de la insuficiencia de vitamina D fue de un "asombroso" porcentaje del 81% en Oriente Medio. Asimismo, en un estudio independiente llevado a cabo en el sur de California se halló que el 53% de las mujeres posmenopáusicas con osteoporosis no recibían suficiente vitamina D.
La revisión llevada a cabo por la OMS también destaca que, aun en el caso de que los pacientes sean adecuadamente informados e instruidos por sus médicos acerca de los suplementos de vitamina D, la adherencia a estas recomendaciones es muy baja. De hecho, en otro estudio que se va a presentar en este marco a lo largo de esta semana se halló que menos de una de cada cinco mujeres con osteoporosis toma suplementos de vitamina D. Incluso entre las pacientes de alto riesgo con historial de fracturas, únicamente una de cada cinco tomaba suplementos de esta vitamina. Estos datos fueron extraídos de los estudios de 2002 y 2003 sobre Salud y Bienestar Nacionales llevados a cabo en Francia, Alemania y el Reino Unido, en los que se analizaba una muestra de 1.357 mujeres con una edad de 50 años o superior que mencionaron padecer osteoporosis.
"Es evidente que debemos tener un mayor grado de concienciación sobre la importancia de la vitamina D para la salud de nuestro esqueleto, así como que debemos buscar métodos más contundentes para garantizar que los pacientes reciben más vitamina D. Es de la mayor importancia que tanto las mujeres como sus médicos comprendan que para poder obtener todos los beneficios de una terapia contra la osteoporosis, la vitamina D, junto con un medicamento efectivo como, por ejemplo, el alendronato, contribuye a aumentar la resistencia del hueso y a protegernos contra las fracturas", continúa Reginster.
Los investigadores del Centro Colaborador de la OMS para los Aspectos para la Salud Pública de las Enfermedades Reumáticas (Collaborating Centre for Public Health Aspects of Rheumatic Diseases) de Lieja (Bélgica), han presentado hoy sus hallazgos, en el transcurso del segundo encuentro conjunto de la Sociedad Europea de Tejidos Calcificados (ECTS en sus siglas en inglés) y la Sociedad Ósea y Mineral Internacional (IBMS).
La vitamina D es un componente esencial de los tratamientos contra la osteoporosis. Esta vitamina desempeña un papel vital a la hora de garantizar que el organismo pueda absorber el calcio del intestino. En un estudio publicado recientemente se comprobó que las mujeres posmenopáusicas que recibieron 25-hidroxivitamina D (la forma en que el cuerpo almacena la vitamina D) presentaban una absorción del calcio hasta un 65% superior. Mantener los niveles de calcio es necesario para facilitar el proceso de recambio óseo, para tener unos huesos más fuertes y sanos y para prevenir las fracturas. Un nivel inadecuado de vitamina D podría dar lugar a una absorción del calcio insuficiente y a la imposibilidad de controlar la hormona paratiroidea, lo que conduciría a una mayor resorción ósea (el proceso por el que se elimina el hueso) y a una reducción de la densidad mineral ósea.
La exposición a la luz solar constituye la principal fuente de vitamina D. No obstante, existen muchos factores que afectan a la cantidad de vitamina D que produce la piel, incluyendo entre éstos la estación del año, la latitud geográfica, la hora del día, la nubosidad, la niebla, la vestimenta, los protectores solares y la pigmentación de la piel. Además, y en la medida en que las personas van envejeciendo, la piel va perdiendo la capacidad de transformar la luz solar en vitamina D, y aumenta la dificultad del riñón para transformar la vitamina D en su forma activa. , , La vitamina D también se encuentra presente en una pequeña cantidad de alimentos, como la yema de huevo, el hígado, las ostras y algunos pescados grasos. No obstante, gran parte de las dietas alimenticias normalmente no contienen una cantidad adecuada de esta vitamina.
Normalmente se recomienda la vitamina D a todos los pacientes que reciben tratamiento contra la osteoporosis. Esta vitamina tiene una importancia muy especial, ya que la insuficiencia de la misma se halla muy extendida entre las mujeres posmenopáusicas con osteoporosis, y para muchos pacientes es difícil obtener las cantidades adecuadas de la misma.
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