Entrevista al Dr. Felipe Maglietti

Alcances de la electroporación: desde tumores inoperables hasta el tratamiento de arritmias

Argentina es el único país fuera de Europa que cuenta con esta técnica. Llegó gracias al equipo del Dr. Maglietti. Disponible en 5 centros, el médico busca informar y capacitar a profesionales y que llegue a más provincias.

Autor/a: Celina Abud

Fuente: IntraMed

Argentina es el único país de Latinoamérica en emplear una técnica que solo está disponible en Europa y se usa tanto para oncología como cardiología. Se trata de la electroporación, que utiliza pulsos eléctricos para crear poros temporales en la membrana celular, permitiendo el paso de sustancias. Está disponible en el país gracias al equipo liderado por el doctor Felipe Maglietti, médico, investigador del Conicet y director del Instituto Barceló de Investigación Traslacional.

A la vez, un tratamiento basado en la electroporación se usa como terapia de segunda línea para ciertos tipos de cáncer. Se trata de la electroquimioterapia que, en palabras de Maglietti, “se puede emplear para tratar tumores superficiales que puedan ser alcanzados por electrodos, ya sean cutáneos, subcutáneos o mucosos, y está indicada en pacientes que por algún motivo no son candidatos a la cirugía o que la rechazan”, así como también “en individuos que han agotado todas las instancias terapéuticas, pero aún presentan lesiones tumorales que requieren tratamiento por el efecto negativo que producen sobre su calidad de vida”.

Por sus investigaciones, el doctor Maglietti obtuvo múltiples galardones. Entre ellos, el Premio Justin Teissie 2024 otorgado la Sociedad Mundial de Electroporación (ISEBTT) y una distinción del Instituto Balseiro en el que reconoce qué puede hacer la tecnología al servicio de la salud de los pacientes.

“Cuando tuve que decidir qué carrera seguir, siempre tuve la duda entre Medicina e Ingeniería Electrónica, ya que son dos áreas del saber que me apasionan. Pero yo quería ayudar a las personas tal como lo hace mi madre, también médica”, señaló. Como en ese momento las carreras de Bioingeniería recién se estaban empezando a desarrollar, estudió simultáneamente sus dos elecciones, pero la exigencia era tal que se decidió por Medicina.

Una vez recibido, encontró la forma de formarse en ingeniería a través del doctorado. “Por consejo del Dr. Adrián Barceló, quien es mi mentor en Medicina, me incorporé al Laboratorio de Sistemas Complejos de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, dónde conocí al Dr. Guillermo Marshall, quien me introdujo en esta terapia, fue mi director y actualmente también mi mentor en ciencia. Para mí la medicina es mi camino para ayudar y la electroporación mi oportunidad para canalizar en esta dirección mi fascinación por la ingeniería”, sostuvo.

En diálogo con IntraMed, el doctor Maglietti habló de la técnica de su expertise, a la par que destacó que la electroporación y la electroquimioterapia “fueron empujadas fuertemente por el Dr. Roberto Pradier (fallecido en 2018), una eminencia en la historia de la medicina argentina, quien conoció esta terapia desde sus inicios en Italia y que veía en ella un gran potencial para ser incorporada al país”. Aquí, sus palabras.

¿Podría explicarnos los fundamentos básicos de la electroporación, como actúa y cuáles son sus usos?

La electroporación es un fenómeno físico por el cual la aplicación de un campo eléctrico suficientemente intenso induce la formación de poros en la membrana celular. Esto permite la entrada y salida de diferentes sustancias. De acuerdo a la intensidad del campo eléctrico aplicado, la electroporación puede ser reversible, es decir, que los poros luego de un breve lapso se vuelvan a cerrar y así preservar la viabilidad celular. Esto permite introducir diferentes sustancias al interior celular con el objetivo de producir un efecto terapéutico. Por ejemplo, si introducimos un agente antineoplásico, como la bleomicina o el cisplatino, obtenemos un efecto antitumoral en la zona donde se aplican los electrodos, esto se conoce como electroquimioterapia. También es posible introducir ADN circular logrando que la célula produzca una proteína de interés. Esta tecnología se denomina electrotransferencia génica y puede utilizarse para producir vacunas, terapias antitumorales o tratar enfermedades genéticas.

Por el contrario, si el campo eléctrico aplicado es demasiado intenso, los poros no se pueden cerrar a tiempo, lo que produce la muerte de la célula. Esto se denomina electroporación irreversible y tiene numerosas aplicaciones en cardiología, para la ablación de haces anómalos y tratamiento de arritmias, y también en oncología, para la ablación de tumores en órganos internos, como tumores de hígado, páncreas y otros que no sean resecables.

¿Cómo actúa la electroquimioterapia?

La electroquimioterapia es la combinación de un campo eléctrico de alta intensidad con un agente antineoplásico como la bleomicina o el cisplatino. La principal droga utilizada es la bleomicina, porque tiene numerosas ventajas. Su mecanismo de acción consiste en actuar como nucleasa, cortando las moléculas del ADN celular y de esta forma gatillando la apoptosis. Como el campo eléctrico es un fenómeno físico, afecta cualquier célula bajo su influencia, por lo que pueden tratarse tumores de cualquier histología. Adicionalmente, tanto el campo eléctrico como la bleomicina inducen un efecto inmunoestimulatorio que contribuye enormemente a la respuesta local.

Cabe destacar que es un tratamiento que no involucra radiación ni produce un aumento de temperatura en el tejido. Además, esta terapia muestra selectividad para las células en replicación, por lo que pueden tratarse amplios márgenes de tejido sano sin afectar la viabilidad y preservando la función. Esto permite tratar tumores en localizaciones complejas, donde es muy difícil llegar a los márgenes con otras terapias, con consecuencias funcionales que podrían afectar severamente la calidad de vida del paciente. Por estos motivos, la electroquimioterapia suele utilizarse como terapia de rescate en casos complejos.

Proceso de electroquimioterapia.

¿Podría detallar qué tratamientos basados en la electroporación se usan para el cáncer, cuándo y en qué casos?

Actualmente, el tratamiento para el cáncer basado en electroporación más utilizado es la electroquimioterapia. Los tipos tumorales más frecuentemente tratados con esta terapia son el carcinoma basocelular, el carcinoma de células escamosas y el melanoma. La electroquimioterapia constituye un escalón más de tratamiento cuando otras terapias han fracasado. No es un tratamiento de primera línea, sino que se utiliza como terapia de rescate o en los casos en los que el paciente rechaza la cirugía.

El efecto de la electroquimioterapia es netamente local, por lo que debe poder tratarse todo el tumor y el margen de seguridad. El procedimiento se realiza en quirófano. El paciente ingresa y se realiza una neuroleptoanalgesia, luego se administra bleomicina intravenosa, a una dosis de 15.000 UI/m2. Tras 8 minutos (para permitir la distribución de la droga) se aplican los pulsos de electroporación sobre todo el tumor y su margen. Pueden tratarse múltiples lesiones en un solo acto. La duración habitual de todo el procedimiento, que es ambulatorio, es inferior a una hora. Luego, el paciente se retira a su domicilio. Cabe destacar que normalmente se realizan 1 o 2 sesiones para alcanzar la respuesta.

La electroporación se inició en el campo veterinario. ¿Cómo fue el pasaje hacia el uso en humanos?

En Europa se inició desde la investigación básica y luego pasó rápido a ensayos clínicos, por lo que tuvo una breve estadía en medicina veterinaria y casi como que se ha desarrollado simultáneamente en medicina humana. En cambio, en nuestro país comenzamos en veterinaria desarrollando electrodos y diferentes aplicaciones de la técnica. Cuando la experiencia que tuvimos fue suficiente, dimos el salto a lo humano.

Los perros con tumores espontáneos son un excelente modelo en investigación, ya que tienen numerosas ventajas. Por un lado, presentan los mismos tumores que sus dueños, los que se desarrollan en el contexto de un sistema inmune intacto, por lo que pueden evadir la respuesta inmune y ser increíblemente resistente a las terapias oncológicas. Además, en veterinaria existen los mismos tratamientos que en medicina humana, por lo que permite comparar la efectividad del tratamiento y además determinar el rol que ocupa dentro del armamentarium oncológico. Por otra parte, no es necesario miniaturizar los electrodos y la posibilidad de traslación es muy alta, ya que la respuesta es prácticamente igual que en el ser humano.

Como mencioné anteriormente, luego de la aprobación de la ANMAT del OncoPore (BIOTEX), el equipo desarrollado y fabricado en nuestro país, es que comenzó a extenderse su uso. Actualmente, se emplea en el Hospital Petrona Cordero de San Fernando, Buenos Aires, en el Hospital Ramos Mejia y en el Instituto Roffo (Ciudad de Buenos Aires). En el ámbito privado se implementa en el Sanatorio Otamendi y en la Clínica Adventista de Belgrano, ambos en la Ciudad de Buenos Aires.

Este abordaje solo está disponible en Europa y en nuestro país. ¿Qué implicó trasladarlo? ¿Y qué acciones planean para expandirlo a más lugares?

El puntapié inicial que permitió aplicar la terapia en seres humanos fue el desarrollo de un electroporador nacional, gracias a 10 años de experiencia previa que teníamos en investigación básica y aplicada en medicina veterinaria desde nuestro equipo. Y esto implicó un gran avance, porque los pacientes que requerían este tratamiento no tuvieron que ser derivados a Europa, sino que se podían tratar aquí.

Pero si bien es cierto que ya está disponible en tres hospitales públicos y dos privados, aún falta bastante trabajo para difundir las indicaciones de la técnica para que los colegas la puedan tener en cuenta con sus pacientes. En ese sentido, ya hicimos un curso de capacitación en la Fundación Barceló sobre indicaciones y aplicación en 2023 y se va a repetir en 2025. Espero que a través de la difusión del conocimiento se multiplique la cantidad de centros que utilizan la terapia y que en el transcurso del 2026 varias provincias puedan sumarse y contar con la tecnología. Al tener este curso en modalidad virtual y que la empresa desarrolladora tenga llegada a todo el país, las condiciones están dadas para su expansión. Lo único que nos falta es que los colegas sepan que esta tecnología está disponible aquí.

Dr. Felipe Maglietti y equipo.

¿Cuál es el futuro que le ve a la electroporación en otras especialidades?

La especialidad que más rápidamente ha introducido la electroporación en el último tiempo es cardiología. Se utiliza para el tratamiento de arritmias, con la ventaja de presentar una tasa de complicaciones mucho menor. Se emplea en nuestro país y en la región, y su uso a nivel mundial viene creciendo de forma exponencial.

Por otro lado, hay en curso numerosos proyectos de electrotransferencia génica para el tratamiento de diferentes enfermedades, desde cáncer, enfermedades infecciosas y genéticas. Estas terapias tendrán un gran impacto en todas las especialidades de la medicina y pueden cambiar drásticamente la forma de ejercer la profesión en el futuro.

 

 


*Dr. Felipe Horacio Maglietti. Doctor en medicina. Director del Instituto Barceló de Investigación Traslacional. Investigador de CONICET.