Una función recién descubierta del gen BRCA1, causante de cáncer de mama, en la reparación del ADN dañado podría ayudar a explicar por qué las mujeres que heredan una versión mutada del gen son más propensas a desarrollar cáncer de mama y de ovario.
El hallazgo, sobre el que informan investigadores del Duke University Medical Center en “PLoS One”, podría llevar a tratamientos más efectivos para las mujeres que tienen y las que no tienen las versiones mutadas del gen.
"Desde su descubrimiento en 1994, el BRCA1 y su papel en la prevención y causa del cáncer ha sido intensamente estudiados, y nuestra investigación representa una importante pieza del rompecabezas", ha manifestado el investigador principal Dr. Craig Bennett.
“Este estudio ha identificado un importante mecanismo mediante el cual el BRCA1 se activa cuando el ADN, la base de toda función celular, resulta dañada. Hemos mostrado que esta teoría se sostiene no sólo en modelos científicos, sino también en células humanas de cáncer de mama”, afirmó el Dr. Bennett.
La vía del BRCA1 identificada por los investigadores "tiene que ver directamente con el proceso crítico de la transcripción, en el que el ARN funciona como mensajero entre el ADN y la producción de proteínas".
"Encontramos que el BRCA1 funciona junto con la transcripción para detectar el daño del ADN y señalizar a la célula para que se repare a sí misma. Cuando el BRCA1 no funciona de manera correcta, como cuando está mutado, el daño al ADN se queda sin reparar y puede producirse el cáncer", explicó Dr. Bennett.
Las mujeres que tienen la mutación BRCA1 tienen hasta 80% más de probabilidades de desarrollar cáncer de mama que otras mujeres, y también tienen más probabilidades de desarrollar la enfermedad a una edad mucho menor.