Factores de riesgo asociados

Enfermedad vascular periférica en pacientes con diabetes mellitus tipo 2

Su frecuencia es elevada y se encuentra relacionada con características inherentes al individuo y su enfermedad.

Autor/a: Dres. Ramírez, Márquez Dávalos L P, Rodríguez Guzmán L M

Fuente: Rev Fac Med (Mex) 2003; 46 (1)

Indice
1. Material y métodos
2. Desarrollo
3. Resultados
4. Discusión
5. Bibliografía

Se estudiaron 91 pacientes con diagnóstico de DMT2, derechohabientes de la Unidad de Medicina Familiar No. 67, del Instituto Mexicano del Seguro Social, en Coatzacoalcos Veracruz. Se incluyeron pacientes que asistieron a su cita de control mensual en el turno matutino. El periodo de estudio fue del 3 de octubre al 29 de noviembre del año 2000.

Los pacientes aceptaron verbalmente participar en el estudio y se les interrogó sobre su edad, antecedentes familiares, tabaquismo y alcoholismo, tiempo de evolución con DMT2, antecedentes sobre alteraciones cardiovasculares y dolor de extremidades inferiores relacionados con neuropatía o enfermedad vascular periférica.

El examen físico incluyó: peso, talla, toma de presión arterial; se calculó su índice de masa corporal (IMC). Posteriormente se les solicitó que se descubrieran las extremidades inferiores desde el tercio distal de los muslos hasta los dedos de los pies. La exploración se inició con la inspección del aspecto y coloración de la piel; presencia o ausencia de vello, aspecto de las uñas; se palparon los pies para determinar la existencia de hipotermia. Se palparon los pulsos pedio y tibial posterior. Por último se buscaron intencionadamente patologías vasculares.

Los datos obtenidos a través del interrogatorio y exploración de las extremidades de los pacientes, se registraron en el instrumento de recolección de la información, que incluye 20 puntos, claudicación intermitente, dolor en reposo, dolor de aparición nocturna que cede con el declive, retardo en el llenado capilar, retardo en el llenado venoso al levantar los pies, rubor y enrojecimiento al ascender los pies, palidez al levantar los pies, hipotermia en las extremidades inferiores, piel roja y brillante, pérdida de vello en las piernas, pérdida de vello en los tobillos, atrofia del tejido subcutáneo, uñas engrosadas o quebradizas, micosis frecuente, disminución o ausencia de pulsos pedio y tibial posterior, calcificación de vasos sanguíneos en la radiografía, síndromes vasculares como ortejo azul, leriche o gangrena.

Mediante el puntaje anterior se dividió a la muestra de estudio en dos grupos; el grupo A, de pacientes que presentaron cuatro o más manifestaciones clínicas y fue considerado como de mayor daño vascular; y el  B, pacientes que presentaron tres o menos manifestaciones clínicas y fue considerado como personas con menor daño vascular.

Asimismo se valoró la determinación de glucosa plasmática, colesterol, triglicéridos y depuración de creatinina en orina de 24 horas. Todos los pacientes fueron valorados por el servicio de oftalmología de un hospital de referencia localizado en la misma ciudad. Al terminar la evaluación se les proporcionó información a los pacientes sobre el cuidado de los pies, principalmente en lo que respecta a higiene y protección.

Así mismo se les explicó lo que implican las alteraciones vasculares periféricas y sus consecuencias. Por último se les informó que la circulación sanguínea se ve favorecida con el ejercicio físico. Tomando en cuenta una prevalencia de daño vascular del 40% y una diferencia de prevalencia del 10% el cálculo de la muestra fue de 92 pacientes.
El análisis estadístico se realizó con la prueba de chi cuadrada y t de Student. Toda la información se tabuló y analizó en el paquete estadístico EPI-INFO v. 6.0