PATRICIA MATEY | MARÍA SAINZ | RODRIGO TERRASA
Apenas 48 horas después de haber finalizado el primer trasplante de cara en España, el cirujano Pedro Cavadas, del hospital La Fe de Valencia, ha dado a conocer más detalles. "Es la primera ocasión en el mundo en que se trasplanta la lengua, la mandíbula, junto con la parte inferior de la cara", ha señalado con tono molesto por las filtraciones de la identidad del donante.
"Es una rueda de prensa peculiar, mi religión y la de cualquiera medianamente razonable me impide hablar de un caso en evolución postoperatoria, en la que pueden surgir muchas cosas", ha declarado Cavadas. Sin embargo, ha explicado que se ha decidido a hablar pronto porque "se ha violado algo tan sagrado como la intimidad del donante".
"No sé a quien hay que reñir, pero quién sea que conjugue el verbo de no lo volveré a hacer", ha dicho el cirujano valenciano, visiblemente molesto. Actualmente, el paciente, que antes de la intervención llevaba una calidad de vida "muy mala", se encuentra en planta custodiado. "Mi paciente tiene dos vigilante en la puerta. ¿Estamos locos o qué?", ha lamentado.
Sobre la familia, Cavadas ha expresado que "decir que están molestos es un eufemismo. Me consta que están preparando acciones legales [...] La familia del paciente está muy molesta, moriré en el intento de preservar su intimidad. No puedo faltar al nivel de confianza que se ha puesto en el equipo para que esta cirugía sea posible".
Acompañado por el consejero de Sanidad, Manuel Cervera, el cirujano ha explicado los detalles del trasplante de rostro realizado hace dos días a un hombre de 43 años. "Es un trasplante muy especial, pues es la primera ocasión en el mundo en que se trasplanta la lengua, la mandíbula, junto con la parte inferior de la cara".
Sin rostro por la radioterapia
El paciente perdió la parte inferior del rostro, "desde las comisuras de la boca hasta la base del cuello" (labio inferior, mandíbula y lengua), como complicación de la radioterapia. Tras múltiples intentos de reconstrucción, las técnicas empleadas no evolucionaron como se esperaban.
"El calvario duró 11 años y su única opción era el trasplante de cara, mandíbula y lengua. Ahora, debería ser capaz de tragar, algo que no ha podido hacer durante 11 años y por ello llevaba una sonda; debería recuperar la sensibilidad de la lengua incluso parte del gusto; y debería recuperar la dignidad humana".
No obstante, el doctor Cavadas ha reconocido que la recuperación será un proceso muy costoso. "No es sólo recuperar la mimética (gestos) de la cara que puede hacer el paciente delante de un espejo sino que tiene que volver a aprender a articular palabras, masticar y degluir. Todo el maxilar superior de la boca ha sido extraído en parte por estar muy deteriorado, por la radioterapia, y para evitar que el paciente se muerda la lengua, dado que ésta se hincha mucho tras la operación. El maxilar inferior, es del donante".
"La fase de rehabilitación del acto de tragar y de los movimientos de lengua se prolongará durante varios meses y la rehabilitación de los movimientos de la mandíbula empezará en un mes. El proceso es largo pero sólo el beneficio en cuanto a recuperar el aspecto de persona que le permita tener dignidad humana ya es inmediato. Ahora está hinchado pero tiene cara", ha apuntado. "Ya se ha visto en el espejo y está encantado".
Evolución muy favorable
Sobre la posibilidad de rechazo, el cirujano ha reconocido que el paciente está sometido a una medicación de
alta tecnología. "La norma en todos los trasplantes es contar con el rechazo. La ventaja en los trasplantes de cara es que es un órgano visible y puedes detectar el inicio del rechazo desde el principio. En el caso de un riñón, por ejemplo, lo sabes cuando el órgano empieza a fallar".
"El paciente, por el momento, está yendo muy muy bien [...] La reacción técnica del paciente al trasplante ha sido impecable [...] Podría recibir el alta hospitalaria en una semana o diez días", ha declarado el cirujano pero ha aclarado. "Aunque hay que ser cautos,es más posible que vaya bien a que vaya mal".
En este sentido, Cavadas ha incidido una vez más en la importancia de preservar la intimidad de donante y receptor. "La familia del siguiente donante se lo va a pensar mucho antes de tomar esta decisión tan altruista", ha declarado. De hecho, actualmente, dos pacientes españoles están a la espera de recibir un nuevo rostro.
Además de Cavadas, Manuel Cervera ha incidido en la importancia de mantener la discreción tanto de donantes como receptores, porque ésa es la clave del éxito de la política de trasplantes de nuestro país. Una política que se quiere trasladar a la Unión Europea.