Aunque tanto la catarata como la DMAE son las principales causas de ceguera en personas de edad avanzada, aun no se ha llegado a comprender con claridad su patogénesis. En los últimos años, creció el interés por conocer cual es el rol de los carotenoides: luteína y zeaxantina en estas patologías. Ambos carotenoides se acumulan selectivamente en la retina, con especial densidad en la mácula, donde se los conoce como pigmento macular. Se cree que el pigmento macular protege a la retina, filtrando la luz visible de onda corta foto-tóxica y a las membranas del segmento externo del estrés oxidativo. Varios estudios han determinado que las personas con alta densidad de pigmento macular tienen menor riesgo de DMAE.
Asimismo, la luteína y la zeaxantina son los únicos carotenoides presentes en el cristalino, donde cumplen una función similar de protección. Los estudios realizados han dado diversos resultados. Los datos epidemiológicos con respecto a la asociación de las xantofilas con el riesgo de DMAE y catarata son escasos e inconsistentes. Además, hasta hace poco tiempo, la luteína y zeaxantina en plasma no podían separarse fácilmente. En el presente estudio se evaluó por separado, la asociación de la luteína, zeaxantina y otros carotenoides con el riesgo de DMAE y catarata, a partir de un estudio basado en la población mediterránea.
Pacientes y métodos:
Las fotografías de la retina se dividieron por grados según la clasificación internacional. Se definió la DMAE, de acuerdo con la presencia de DMAE avanzada (maculopatía neovascular y atrofia geográfica) y por drusas blandas asociadas con anormalidades pigmentarias. La clasificación de la catarata se realizó mediante examen con lámpara de hendidura, de acuerdo al Sistema III de clasificación de opacidades del cristalino. Los carotenoides en plasma se midieron mediante cromatografía líquida de alto rendimiento, en 899 pacientes de la cohorte.
En el presente estudio, un nivel alto de zeaxantina en plasma fue asociado con una marcada reducción del riesgo de DMAE y catarata nuclear. Un nivel alto de luteína en plasma y la concentración total de luteína y zeaxantina también fueron asociados a un riesgo menor de DMAE, pero dicha asociación no fue significativa con respecto a la catarata. Aunque existieron correlaciones importantes entre los carotenoides, no se observó ninguna otra asociación importante de los demás carotenoides estudiados con la DMAE y la catarata, en concordancia con el hecho de que solo la luteína y zeaxantina están presentes en la retina y el cristalino.
Con respecto a la DMAE, los presentes resultados coinciden con los de estudios recientemente realizados en el Reino Unido, mostrando nuestros resultados una asociación aún más importante, tal vez por el alto consumo en la población mediterránea de estas xantofilas, las que son principalmente proporcionadas por vegetales de hoja verde, como la espinaca y el brócoli.
En cuanto a la catarata, se halló una asociación de la catarata nuclear con la concentración de zeaxantina en plasma, pero no así con la luteína. En otros estudios realizados en Gran Bretaña y España, dicha asociación no fue significativa. Sin embargo, tales análisis estadísticos no hicieron diferencias entre los distintos tipos de catarata. Otros estudios anteriores dieron resultados de la asociación en conjunto de la luteína y la zeaxantina, lo que puede haber oscurecido los resultados de la asociación con la catarata, si únicamente la zeaxantina está asociada con dicha patología. En el análisis prospectivo del Estudio de ojos de Beaver Dam, un alta ingesta en la dieta de luteína y zeaxantina fue asociada con un riesgo menor de catarata nuclear. El proyecto de Nutrición y visión también llegó a la misma conclusión.
Estos resultados han indicado una asociación más fuerte con la zeaxantina en plasma que con la luteína, en cuanto al riesgo de DMAE y catarata, en coincidencia con otros estudios.
La hipótesis de un papel más importante de la zeaxantina en la salud de la retina y el cristalino se fundamenta en varias líneas de evidencia. En primer lugar, la proporción de zeaxantina es mucho más alta en la retina central y en el cristalino que en plasma, lo que indicaría que el ojo acumula preferentemente zeaxantina. Además, aunque tanto la luteína como la zeaxantina protejan las membranas del estrés oxidativo inducido por la luz, aparentemente la zeaxantina protege mejor durante una prolongada exposición a rayos UV.
La zeaxantina también es especialmente efectiva para proteger las membranas contra la oxidación por radicales peroxil
Este estudio presenta varias limitaciones. En primer lugar las personas de mayor edad están sub-representadas y hay una sobre- representación de clase media y alta. Por lo tanto los participantes de este estudio podrían ser más saludables y llevar distintos estilos de vida, en particular con respecto a la actividad física, que la población en general. Sin embargo, la asociación entre las enfermedades oculares y los niveles en plasma no deberían verse afectadas. Asimismo, existió la limitación del reducido número de sujetos afectados por DMAE y catarata dentro de la serie.
Únicamente mediante estudios intervencionales podrá determinarse si el aumento de la ingesta de luteína y zeaxantina, modificando la dieta o consumiendo suplementos nutricionales, tiene un efecto preventivo contra la DMAE o la catarata.
Conclusiones:
En esta población mediterránea, los altos niveles en plasma de zeaxantina fueron asociados con un menor riesgo de DMAE y catarata nuclear. Altos niveles de luteína también fueron asociados con una reducción del riesgo de DMAE. Estos datos coinciden con estudios epidemiológicos anteriores e indican que la luteína y zeaxantina podrían ser importantes en la protección contra la DMAE y la catarata, en especial la de ubicación nuclear. Los presentes datos deberían ser confirmados mediante otros estudios, en especial epidemiológicos prospectivos e intervencionales.
Síntesis y traducción: Dr. Martín Mocorrea, editor responsable de Intramed en la especialidad de oftalmología.