Los pacientes puede presentarse con signos de alarma ("bandera roja"). En el siguiente cuadro figuran dichos signos, los que fueron adaptados por los autores de Schulz JE, Parran T Jr.
Signos de alarma
· Ausencias frecuentes en la escuela o el trabajo
· Antecedentes de lesiones traumáticas o accidentes frecuentes
· Depresión o ansiedad
· Hipertensión lábil
· Síntomas gastrointestinales, como distrés epigástrico, diarrea o cambios en el peso
· Disfunción sexual
· Trastornos del sueño
Estos problemas deben ser detectados durante el examen físico o por screening durante las consultas por el progreso atípico de los problemas médicos. Aunque ninguno de esos signos es patognomónico de los problemas con el alcohol o las drogas, su presencia debe elevar el grado de sospecha. Además, los signos típicos, los antecedentes relacionados con dificultades, los traumas poco explicados o la confianza para conducir intoxicado deben aumentar el grado de sospecha. Existe una cantidad de signos físicos que sugieren el consumo problemático de alcohol o de drogas.
Signos físicos sospechosos
· Temblor leve
· Olor a alcohol en el aliento
· Hepatomegalia dolorosa
· Irritación nasal (sugestivo de insuflación de cocaína)
· Irritación conjuntival (sugestivo de exposición al humo de marihuana)
· Presión arterial lábil, (sugestivo de la abstinencia de alcohol)
· Sindrome de "colonia para después de afeitar o higiene bucal (para enmascarar el olor a alcohol)
· Olor a marihuana en la ropa
· Signos de enfermedad pulmonar obstructiva crónica, hepatitis B o C, infección por HIV
Otro llamado de atención proviene de la falta de respuesta de una enfermedad crónica al tratamiento, siendo ejemplos de ello los pacientes diabéticos o hipertensos cuyas glucemias o cifras tensionales, respectivamente, no responden al tratamiento, aunque el paciente cumpla las pautas terapéuticas.
Pero, dicen los autores, aunque no existan signos de alarma, los hallazgos físicos sospechosos o la respuesta atípica de las enfermedades crónicas, el screening sigue siendo importante y siempre que sea posible debe realizarse a intervalos regulares. Este screening puede hacerse mediante los tests correspondientes o teniendo en cuenta la cantidad de alcohol consumida.
La American Society of Addiction Medicine ha estandarizado el screening determinando el número de "tragos " ingeridos por semana. Usando este estándar, se considera que el estudio de detección masiva es positivo si se consumen más de 14 tragos por semana (7 para las mujeres) o más de tres tragos por ocasión. Si la detección es positiva, el médico debe hacer una historia más extensa y considerar el examen físico y la evaluación por el laboratorio.
Hay disponibles otras herramientas de screening, pero el cuestionario CAGE (C: cut down, dejar de beber; A, annoyance, rechazo de la crítica; G: guilt, culpable por beber; E, eye opener, usa el alcohol para "abrir los ojos"o "despabilarse") y el conjunto de tests de screening son los más práctivos para el médico de familia. El CAGE solo requiere un minuto y aunque no es diagnóstico de alcoholismo ayuda al médico a ubicarse frente al problema del paciente.
El CAGE no diferencia entre un problema actual o pasado y es más seguro para diagnosticar el alcoholismo establecido. Tiene un 60 a 90% de sensibilidad cuando una o más preguntas son positivas y de 40 a 60% de especificidad para excluir el abuso de drogas. Las dos preguntas clave del test son: "¿Durante el año pasado, ha usado más alcohol o drogas sin poder evitarlo?" "¿Ha sentido usted la necesidad de dejar de consumir alcohol o drogas durante el pasado año?"